Viernes 1º de agosto de 2014, p. 10
El mayor problema que tiene México no es el control de las drogas ilegales, sino el de las legales, como el alcohol y el tabaco, sostuvo Xiuh Tenorio, director general de Participación Ciudadana para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia de la Secretaría de la Gobernación
Sostuvo que en cuanto a las drogas ilegales, los estudios más recientes a escala nacional destacan que son consumidas por 3 por ciento de la población, frente a 21.7 por ciento de consumidores de tabaco y 32.8 de alcohol.
A su vez, Luis Conesa enfatizó que la política de criminalización al consumo de drogas fue impuesta por Estados Unidos al mundo no como una política de salud, sino de estigmatización de clases y tipos sociales.
Refirió que en los años 30 del siglo pasado, la respuesta del pueblo estadunidense frente a los mexicanos que llegaban a su país para quitarles sus empleos
, fue estigmatizar a todos aquellos que fumaban mariguana, los mismo ocurrió después con la población negra y la cocaína o la población oriental y los opiáceos
.
Ambos participaron en el Foro Internacional de Política de Drogas que promueve la Cámara de Diputados.
Errores legislativos de cuatro décadas
En su turno, José Elías Romero Apis, ex subprocurador general de la República y de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, resaltó los errores legislativos de cuatro décadas respecto al vacío de competencia de los delitos de narcotráfico y en contra de la salud, que no se han corregido. Explicó que el Código Penal Federal no atribuye federalidad automática para atender este tipo de delitos, lo que coloca al país ante un problema grave de impunidad
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En su turno, el director general de Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación, Xiuh Tenorio, sostuvo que este fenómeno se atiende con una nueva visión, basada en cinco estrategias: salud, no criminalizar el consumo, aprovechar las ventajas de las reformas legales, analizar la aplicación y avances de la reforma de 2009 en materia de narcomenudeo a escala estatal y generar una política de reducción de riesgos y daños.
Indicó que el narcomenudeo es un delito nuevo en las entidades federativas que debe revisarse con la Federación.
Refirió que el contexto legal de la política de drogas atiende dos aspectos: el de la salud y el de imputación jurídica, dividido en un esquema federal y estatal.