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Aprobó proyecto para discutir el tema; la Casa Blanca, irritada

El Congreso estadunidense opta por el teatro político en el tema migratorio
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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante una conferencia de prensa reiteró ayer que actuará solo para resolver la crisis migratoria. Acusó a legisladores de promover una propuesta extremistaFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 2 de agosto de 2014, p. 21

Nueva York, 1º de agosto.

Ante la crisis de la ola de migrantes menores de edad en la frontera estadunidense, el Congreso decidió no hacer nada, mientras se multiplican las acciones para demandar que el presidente Barack Obama frene las deportaciones no sólo de los niños recién llegados, sino de millones de indocumentados.

Mientras la cámara baja, controlada por los republicanos, aprobó esta noche un proyecto de ley para abordar la crisis en la frontera, que incluye medidas para agilizar la deportación de los menores de edad y otorgar fondos para pagar gastos estatales del despliegue de la Guardia Nacional en la frontera y mientras también consideraba una segunda iniciativa para limitar la extensión de la acción diferida para indocumentados incluyendo los llamados dreamers, todos sabían que ello era sólo una obra de teatro político diseñada para demostrar que hicieron algo frente a la crisis antes de iniciar el receso legislativo de cinco semanas a partir de esta noche.

El Senado, que tendría que aprobar ese proyecto, ya había iniciado su receso después de fracasar en aprobar su propuesta de abordar esa crisis humanitaria fronteriza.

Ante ello, el presidente Obama afirmó hoy que tendré que actuar solo ante esta crisis, acusando a los legisladores republicanos de promover sólo un proyecto de ley extremista sabiendo que no procederá en ningún lado.

La Casa Blanca inicialmente había solicitado al Congreso 3 mil 700 millones de dólares para enfrentar la crisis marcada por los 57 mil menores de edad no acompañados que han ingresado por la frontera estadunidense desde Centroamérica y México desde octubre.

Más allá de la crisis de los niños en la frontera, Obama ya había anunciado que empleará su autoridad ejecutiva ante la negativa del liderazgo republicano de promover una reforma migratoria este año para adoptar medidas en beneficio a los indocumentados que residen en el país.

Los Angeles Times reportó que la Casa Blanca está contemplando un plan para ampliar la acción diferida sobre deportaciones –un programa que inicialmente ha beneficiado a unos 500 mil migrantes que llegaron aquí como menores de edad antes de 2007– hasta para unos 5 millones del total de 11 millones de indocumentados en el país. Un alto funcionario de la Casa Blanca, Dan Pfeiffer, comentó en un acto hoy que la acción ejecutiva sobre migración se dará a finales de este verano.

Mientras tanto, desde la rejas de la Casa Blanca hasta un centro de detención en la costa oeste se realizan acciones demandando que Obama cumpla su promesa de dar alivio a indocumentados en el país, incluyendo el cese de las deportaciones, que han superado 2 millones durante la gestión de Obama, más que cualquiera de sus antecesores recientes.

Más de 100 religiosos –monjas, pastores, curas y rabinos– fueron arrestados hoy frente a la Casa Blanca, al realizar un acto de desobediencia civil en demanda del cese de las deportaciones, mientras otros 500 activistas participaron en apoyo.

“Hemos venido a Washington para decir al presidente y al Congreso que expulsando a sufrientes familias migrantes y niños no acompañados no es la respuesta. Frenar de inmediato las deportaciones y otorgar protecciones legales a los niños que huyen de los cárteles de droga, pandillas y pobreza es la respuesta justa”, comentó en teleconferencia con medios la obispa Minerva Carcaño, de la Iglesia Metodista de Los Ángeles.

Del otro lado del país, más de 150 migrantes en el centro de detención noroeste del estado de Washington entraron en su tercer día de huelga de hambre en solidaridad con acciones en la capital y otras partes del país exigiendo el cese de las deportaciones, informaron activistas. Denunciaron su criminalización por el único hecho de ingresar a Estados Unidos para unirse con sus familias.

Organizaciones de trabajadores migrantes, estudiantes y dreamers, así como religiosos y sindicalistas (incluyendo la central obrera AFL-CIO, que hoy demandó que los menores de edad en la frontera sean declarados refugiados), entre otras, anunciaron que efectuarán una marcha y manifestación nacional este sábado, en demanda de una acción ejecutiva amplia sobre migración.