Luego de que el PAN perdió 80 por ciento de su militancia tras depurar su padrón a finales de 2012, en este partido se repite el fenómeno de las afiliaciones masivas, hechas por dirigentes que buscan ser candidatos a algún puesto de elección popular en 2015, denunció el senador Ernesto Ruffo.

Para evitar que el listado de miembros se infle artificialmente con personas que no buscan militar, sino gozar de programas sociales o prebendas, como ocurrió en el pasado, el legislador propuso crear un órgano que verifique la inscripción para garantizar que ésta se haga por convicción personal.

El ex gobernador de Baja California consideró que las afiliaciones masivas afectan a diversas fuerzas políticas del país. De alrededor de 255 mil militantes que tenía el partido tras la campaña de reafiliación de 2012, vamos a llegar nuevamente a 500 mil, subrayó.

Recientemente, el presidente del PAN, Gustavo Madero, declaró que el blanquiazul tiene entre 400 mil y poco menos de 500 mil militantes, aunque no ha dado a conocer la cifra exacta, y tampoco lo ha hecho el Registro Nacional de Miembros de esta organización.

Sin embargo, cualquiera de las dos cifras contrastan con lo que reportó el PAN al desaparecido Instituto Federal Electoral (IFE) en marzo pasado, cuando dijo tener una membresía de 271 mil 632 personas, es decir, 19 por ciento más que el mínimo requerido por la ley para conservar su registro. La legislación obliga a las agrupaciones que aspiren a convertirse en partidos políticos a contar con al menos 0.26 por ciento del padrón utilizado en la más reciente elección presidencial, porcentaje que equivale a alrededor de 220 mil ciudadanos.

La cifra que presentó el blanquiazul al IFE es menor a la que acreditó el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) para obtener su certificado partidista (496 mil 729), y a la que presentó el Partido Encuentro Social (308 mil 997). Sólo es ligeramente superior a la del Frente Humanista, que dijo tener 270 mil 966 miembros.

Dado que en el PAN los candidatos son electos por la militancia, el senador Ernesto Ruffo señaló que aspirantes a puestos de elección popular promueven la afiliación al blanquiazul –a cambio de posiciones en sus gobiernos en caso de ganar las elecciones, o de ser beneficiarios de programas sociales–, con el fin de tener simpatizantes que voten en su favor y que de esa manera ganen la postulación partidista.

Hay muchos suspirantes y cada quien tiene su corazoncito, pero que ganen las candidaturas a la buena, demandó el legislador en una entrevista, donde insistió en crear un protocolo de supervisión del proceso de afiliación.

Agregó que propondrá a ex gobernadores crear una especie de consejo que promueva la adscripción certificada.