Nueva York vs El Zapotito se monta en el teatro Sergio Magaña
Lunes 4 de agosto de 2014, p. 9
Basta una noche para que ocurra lo insospechado: desde los recuerdos, la añoranza y el rencuentro hasta la convivencia con fantasmas, la imaginación desbordada y la posibilidad real de la redención.
En ello profundiza la obra Nueva York versus El Zapotito, de Verónica Musalem, la cual realiza temporada en el teatro Sergio Magaña (Sor Juana Inés de la Cruz 114, colonia Santa María La Ribera), hasta el 27 de agosto, los martes y los miércoles, a las 20 horas.
Dirigida por Hilda Valencia, en esta puesta se abordan temas como la migración, la identidad, la desolación y la realidad trastocada, y lo hace desde una perspectiva amorosa, la del rencuentro entre una madre y su hija luego de que esta última regresa a su lugar de origen.
Es una obra con fuerte toque social, porque aborda temas tan dolorosos como la separación de las familias y la migración debidas a razones de miseria. Aunque los aborda desde una visión luminosa, la del amor filial
, explica Verónica Musalem.
“Se trata de la historia de una joven mujer que deja su comunidad en la sierra de Oaxaca en busca del sueño americano y que muchos años después regresa para rencontrarse con su mamá, su pueblo, su cultura, su pasado y sus fantasmas.
Todo ocurre en el transcurso de una sola noche. Es un viaje iniciático, mágico, en el que se trastocan los tiempos y las situaciones y en el que lo posible y lo imposible se hacen realidad.
De acuerdo con Hilda Valencia, directora del montaje –del cual se presentaron entre febrero y marzo 20 funciones en el foro El Milagro–, Nueva York versus El Zapotito es una pieza que llega a la razón a través de las emociones.
En mi caso, cuando la leí, me tocó primero el corazón y luego la conciencia. Porque si bien es una obra muy amorosa toca un tema muy doloroso: el de la migración por razones económicas, ese fenómeno muy extendido en nuestro país ante la falta de oportunidades
, explica la creadora escénica.
En este caso, por medio de esta joven mujer se pone rostro y nombre a los migrantes que han debido dejar a sus familias, su pueblo y su cultura en busca de un mejor porvenir sin importar los peligros que deban enfrentar, como morir en el desierto
.
El lado luminoso de la puesta radica no sólo en el amor entre la madre y la hija, sino también en que se habla de la importancia de la memoria, individual y colectiva, y de cómo una persona y una comunidad pueden quedar en el desamparo cuando se carece de ella.
El de la madre es un personaje que tiene gran memoria y amor a su pueblo y sus raíces, y justo eso es lo que busca infundir a su hija para que no se vaya con dolor ni odio por la miseria que le ha dado su país
, agrega Valencia.
Llevar a escena esta pieza fue una labor compleja, según la directora, debido a que los tiempos están trastocados y de un momento a otro se pasa del presente al pasado o al futuro, no hay un tiempo específico
, además de que nunca se sabe si lo que se está viendo es la realidad, la fantasía de la madre o el sueño de la hija.
El elenco de Nueva York versus El Zapotito está integrado por Rosario Zúñiga, María Teresa Paulín y Duane Cochran. La parte musical está a cargo del violinista Ulises Martínez. Además de su temporada en el teatro Sergio Magaña, la puesta inauguró el Festival de Teatro Wilberto Cantón, el pasado 2 de agosto, en Mérida, Yucatán.