Querétaro, Qro., 10 de agosto.

La tarde-noche del domingo pasado, en la plaza de armas, comenzó el séptimo Festival Internacional Siguiente Escena de Artes Escénicas Alternativas, con una gala que mostró las disciplinas que por siete días cambiarán la percepción del mundo, en su bidimensionalidad espacio-temporal, el concepto de fuerza y de la potencia del cuerpo humano.

La plaza histórica, llena de queretanos y visitantes nacionales y de otros países, creó un marco de gran expectativa. Este festival es esperado año con año.

Los actos presentados requieren silencio para permitir la concentración, pero en un área abierta eso es casi imposible. Aunado a ese óbice, los conductores fueron estridentes. Su tono era de locutor de estación de radio grupera, a gritos y con el chiste fácil, tipo Mascabrothers.

El primer acto del programa de la gala fue de contorsión, a cargo de Claudia Alegría, originaria de Culiacán, Sinaloa. Su cuerpo es resultado de la práctica diaria, de la alimentación estricta y de la respiración que relaja músculos. Los talones tocan la nuca, la cintura se dobla hasta un punto en el cual el público retiene la respiración. Pasa su anatomía por un aro de reducido diámetro, que retó la imaginación. La música crea atmósferas etéreas, oníricas: una armonía para un cuerpo que proyecta sensualidad y erotismo, otra faceta del contorsionismo.

El dúo Catalex, ella y él, expuso las posibilidades de la acrobacia a cuatro manos. Él la levantó con aparente facilidad, en un alarde de control del vigor. La idea de fuerza bruta se rompe y la potencia se concentra en un punto del ser, de la mente. Los cuerpos esculturales causan comparaciones con lo propio. Yo no estoy así. Todos podrían estar así. Es el precio del arte alternativo: el ejercicio tenaz y cerrar el pico ante la masa.

Un artista y su aro recordaron a Leonardo Da Vinci. La geometría no tiene límites si se usa la imaginación. Este ejecutante es una especie de astronauta y reta la gravedad, la potencia y el acto. Es un juego y los niños abren los ojos. No hay vértigo, sino decisión, giros, el rodar de un aro que se vuelve un túnel del tiempo.

Sigue una muestra de la danza clásica fusionada con la contemporánea. Es Bryan Arias, de Estados Unidos, nacido en Puerto Rico. El movimiento lleva la sensación de que se busca no estar solo y empezar encontrándose con uno mismo.

Julia Sánchez voló apoyada de un arnés y unas cuerdas. Sus giros causan exclamaciones. Se columpia para tomar impulso y convertir la plaza de armas en un circo sin red protectora.

Arte evolutivo

Dos horas antes, en conferencia de prensa realizada en el Mesón de Santa Rosa, René Raúl Venegas, director del festival, expresó que las artes invitadas son de un concepto difícil de generalizar, pero al paso del tiempo, con cada edición de esta fiesta del cuerpo en movimiento, queda claro que se trata de un arte evolutivo que va siendo más y más aceptado por el público. Las disciplinas que este año se manifestarán para disfrute de los asistentes son circo contemporáneo, danza, teatro, música y video. Añadió que el hilo temático conductor del festival es la inspiración, noción que se transmitirá a lo largo del programa.

Laura Cordera, directora del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes, expuso que este festival es ya una plataforma para acercar el arte a los queretanos. Hay que destacar que de los 600 festivales que concursaron para recibir apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, tres seleccionados son de este estado, y uno de ellos es el de Siguiente Escena. Este año esperamos una asistencia de más de 100 mil personas.

José Antonio MacGregor, director del Instituto Municipal de la Cultura, dijo que el festival ya forma parte de los activos culturales del estado. En la organización participan 40 voluntarios y el costo es de 7 millones de pesos.