Opinión
Ver día anteriorMartes 12 de agosto de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Astillero

Teibolerismo político

Pillan a panistas

Entregas en caliente

Hechos consumados

E

l escándalo de los panistas de élite en peculiar fiesta privada en Puerto Vallarta golpea la línea de credibilidad y ‘‘honestidad’’ del maderismo, que ha estado tratando de hacerse pasar como el gran triunfador del proceso reformista que el PRI y Enrique Peña Nieto reclaman ‘‘histórica’’ y electoralmente para el emblema de tres colores. En particular, el video dado a conocer por Reporte Índigo (asociado desde meses atrás a Prisa, la editora de El País, donde ha aparecido como súbito rescatista financiero el presidente del Grupo Toluca, Roberto Alcántara, el empresario favorito del sexenio) impacta al muy impugnado coordinador de la bancada de blanco y azul en San Lázaro, el guanajuatense Luis Alberto Villarreal, el Rey de los moches pedidos por legisladores a alcaldes para gestionar partidas presupuestales federales, y al enlace de Gustavo Madero con los grupos de senadores y diputados, Alejandro Zapata Perogordo, quien parecía encaminado a buscar la gubernatura de San Luis Potosí a cuenta de servicios en el Pacto por México.

Seco deslinde entre pactistas justo el día en que en Palacio Nacional se cerró el ciclo legislativo para el cual el PRI contó con la colaboración del panismo, que con las escenas del jolgorio videograbado queda maltrecho rumbo a la guerra electoral que justamente ayer se inició, con las urgencias del mexiquense Cero para impulsar las rondas de financiación con cargo a lo energético y con la exhibición morbosa de la textura de los legisladores del partido que antes de llegar al poder se asumía como defensor de la moral, la decencia, las buenas costumbres, los valores familiares, el rechazo a la minifalda (ahora tan manoseable, con música de banda) y el castigo a los besos en público que fueran ligeramente apasionados.

Con un millón y medio de pesos disponible para organizar desde el erario esa reunión de panistas en las playas de Vallarta para ponerse de acuerdo en enero sobre la ‘‘agenda legislativa’’ que habrían de desarrollar y que en resumidas cuentas acabó sirviendo a los planes peñistas, y con una amplia e insistente historia de maniobras contables y políticas para hacerse de dinero público con fines particulares, el grupo cupular panista que alquiló por 3 mil dólares cada noche de una residencia cálida no pudo negar las evidencias que les descalifican políticamente, aunque a fin de cuentas lo sucedido allí parece corresponder, hasta ahora, a un ámbito privado, que no fue pagado con dinero público (aunque las habilidades de manipulación administrativa de esos próceres del tubo legislativo podrían fácilmente deslizar recibos y ‘‘comprobantes’’ por otros rubros para disfrazar sus pagos calientes).

Ante ello, el mencionado Villarreal, defendido a erario y espada por Gustavo Madero Muñoz, hizo una tentativa de explicación en su cuenta del pajarito azul (se habla de Twitter, no de los distinguidos panistas que ya insertaron en la picaresca política las frases de ‘‘¡Ánimo, Montana’’, para apoyar contoneos y predisposiciones de una danzarina bajo pago, o ‘‘¿Cuánto dura el amor? Lo que dura dura’’, con coma o sin ella entre las palabras repetidas).

Tuiteó el panista bailarín que ‘‘efectivamente fue una reunión privada en horario no laboral. Dicha reunión no tiene relación con el GPPAN ni su plenaria’’. El anterior tuit del mismo Villarreal había correspondido al envío de ‘‘un fuerte abrazo’’ por su cumpleaños al secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Conocedor profundo de las historias de poder panista en las que ha participado a título familiar, Juan Ignacio Zavala Gómez del Campo, hermano de la esposa de Felipe Calderón, escribió descarnadamente en Twitter: ‘‘No sé de dónde sacan que en el PAN hay doble moral. En ese partido hace tiempo que dejamos de ser referente de alguna clase de moral’’.

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PROMULGACIÓN DE LEYES. En el marco de la promulgación de las leyes secundarias de la reforma energética, en el Patio de Honor de Palacio Nacional, el presidente Enrique Peña Nieto señaló que, concluido el proceso legislativo, ‘‘reafirmamos que esta reforma preserva y asegura la propiedad de la nación sobre Petróleos Mexicanos, la Comisión Federal de Electricidad, los hidrocarburos en el subsuelo y la renta petrolera’’Foto Presidencia

Más allá del favor distractor de los episodios de teibolerismo a domicilio, filmados en la vallartense Villa Balboa, y dejando a salvo el derecho de cada quien a hacer de su vida privada un papalote playero, pero reivindicando la importancia de que no se usen recursos públicos en esos jolgorios de poder desbordado (el propio Villarreal ha sido acusado por sus vecinos de Polanco de hacer escándalo festivo durante días), la nota del día fue la ceremonia imperial organizada en Palacio Real, perdón, Nacional, para que Peña Nieto diera por promulgadas las leyes secundarias de la reforma energética.

Del teleprómpter rector fueron leídos párrafos que desgranaron la estrategia gubernamental de entrega rápida del pedido petrolero y energético en general. Este miércoles se irán precisando las áreas de inversión para los inversionistas nacionales y extranjeros que obviamente ya están más que apalabrados. Dejar lista la parcela para que lleguen los nuevos dueños a cosechar pareciera ser la urgencia del momento, envuelta en la oferta renovada (ya la hizo José López Portillo varias crisis atrás) de prepararnos para administrar la abundancia. Por si no hubiera sido suficiente la catarata retórica matutina, la gerencia del país ofrecería un mensaje nocturno de adivinable vocación optimista.

La abundancia discursiva, las campañas propagandísticas oportunamente preparadas, los presuntos beneficios múltiples de la cesión energética a intereses particulares y el Nuevo México por venir (no necesariamente como un estado más del vecino país, el así llamado Nuevo México, pero sí algo muy parecido), apabullarán a los mexicanos mientras se van firmando los contratos que constituirán obligaciones legales internacionales y permitirán inversiones cuya interrupción o afectación definitva significarían multas e indemnizaciones descomunales.

Peña Nieto desea acelerar ese proceso de formalización de la entrega energética para que frente a hechos consumados no haya viabilidad de protestas masivas que, por otro lado, ni siquiera se insinúan desde flancos populares y nacionalistas. A esa mayúscula realidad en curso, al peso de intereses e inversiones jurídicamente consolidadas, habrá de enfrentarse, si acaso, una consulta popular diluible entre ácidos electorales en las urnas de 2015. ¡Hasta mañana!

Twitter: @julioastillero

Facebook: Julio Hernández