Montevideo, 12 de agosto.

El presidente de Uruguay, José Mujica, volvió a la carga contra la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA), al recordar la sanción impuesta al delantero Luis Suárez por morder al italiano Giorgio Chiellini durante la Copa del Mundo de Brasil.

Sin justificar la acción del nuevo fichaje del Barcelona, Mujica criticó en entrevista con el diario El Mundo el castigo disciplinario que le impide no sólo jugar, sino también asistir al estadio o entrenar con el plantel.

Lo podían haber sancionado y que lo echaran de la cancha, pero, ¿cómo le van a prohibir que vaya a la tribuna, estar con los compañeros o ir a un partido? ¡Eso es fascista! Están locos si creen que eso hace justicia, cuestionó el mandatario.

Deportivamente metió la pata y había que castigarlo, pero que no se metan con eso. Resulta que yo, como gobierno, no puedo prohibirle a ningún hincha que vaya a una cancha por muy violento que sea, salvo que tenga la orden de un juez, y ahora llega un organismo internacional y hace esto.

Mujica argumentó su oposición a la FIFA como una declaración de principios, pues se asumió como antimonárquico y compara a la dirigencia del organismo con una cúpula de viejos reyes.

Por historia sé que hay monarquías que son válidas y a los pueblos les gusta porque se simbolizan con ellas, pero establecer nuevas monarquías no, estos viejos que están 30 o 40 años sentados sin moverse del sillón.

Acerca de lo que dijo durante el recibimiento de la selección (los de la FIFA son una manga de viejos hijos de puta), aseveró que no se arrepentía de lo que expresó en ese momento.