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Líderes separatistas renuncian a sus cargos en Donietsk y Lugansk

Desembarcan en Crimea ministros rusos y diputados oficialistas convocados por Putin
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 15 de agosto de 2014, p. 24

Moscú, 14 de agosto.

Con un masivo desembarco en Crimea de diputados oficialistas y ministros rusos, así como algunos legisladores de otras bancadas de la Duma, convocados este jueves por el presidente Vladimir Putin, el Kremlin reiteró el mensaje de que, desde su inapelable punto de vista, la estratégica península forma parte de Rusia de modo irreversible y al margen de lo que ocurra en las regiones rebeldes de Donietsk y Lugansk, en el este del vecino país eslavo.

Todos nuestros socios en el mundo deberían entender que Rusia, como cualquier otro poderoso país soberano, tiene varias vías y recursos para defender sus intereses nacionales, incluidas las fuerzas armadas, lanzó como advertencia Putin al hacer uso de la palabra ante sus invitados.

“Esto no es una panacea –aclaró– y no pretendemos, como otros (en alusión a Estados Unidos), ir corriendo por el mundo blandiendo un garrote (nuclear) en todas partes. Pero todos deben recordar que también figura en nuestro arsenal”.

Asimismo, el mandatario ruso se mostró conciliador con Estados Unidos y sus aliados al afirmar que Rusia no quiere aislarse y está abierta a la cooperación, aunque no a cualquier precio. Llegó a decir que la prohibición de importar productos agropecuarios, más que una sanción contra Occidente, se hizo como estímulo para los productores nacionales, y es una muestra de la apertura del mercado ruso a los países que están en favor de la cooperación económica.

Putin ofreció que Rusia hará todo lo posible para que el conflicto ucranio termine cuanto antes y prometió ayuda multimillonaria a Crimea.

No lejos de ahí, el ejército ucranio, que desde hace días mantiene bajo sitio tanto Donietsk y Lugansk, intensificó sus bombardeos con piezas de artillería, en tanto el convoy con ayuda humanitaria rusa se detuvo a 40 kilómetros de la frontera, en espera de un entendimiento político que le permita continuar.

Ante la ofensiva militar ucrania, el contexto no es favorable para los separatistas, cuyas figuras principales decidieron abandonar la escena política con la misma rapidez con que, con el visto bueno y el apoyo de Moscú, se encumbraron.

Así, en medio de rumores de que está gravemente herido, el coronel del GRU (unidades de asalto de la inteligencia militar rusa) Igor Guirkin, que prefiere ser llamado Igor Strelkov ya que, según reconoció él mismo, el seudónimo suena más impactante al derivar el apellido del verbo streliat (disparar, en ruso), renunció hoy al cargo de ministro de defensa de la República Popular de Donietsk, desde el cual pretendió controlar a todos los grupos armados separatistas.

Valeri Bolotov, que se presentaba como primer ministro en Lugansk, tras celebrar consultas en Moscú en la Oficina de la Presidencia rusa, dimitió también y dejó el cargo a un personaje de segundo orden.

Días antes, el principal artífice del separatismo en el este de Ucrania, el politólogo moscovita Aleksandr Borodai, que se decía primer ministro en Donietsk viajó a Moscú y tiró la toalla, prefiriendo atender sus inversiones en una exitosa red de restaurantes en la capital rusa que seguir defendiendo los derechos de los ucranios del este.

La Rada ucrania, por otro lado, aprobó este jueves la ley de sanciones contra Rusia, que no entrará en vigor mientras no la promulgue el presidente Petro Poroshenko.

Si ello sucediera, el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, entre otras facultades, obtendría la de bloquear activos, limitar operaciones comerciales, restringir o suspender el tránsito de mercancías y aviones, impedir la fuga de capitales, suspender el cumplimiento de compromisos económicos y financieros, anular licencias, limitar o suspender los servicios de correos.