caceríade la PF en el sur, exige Solalinde
Viernes 15 de agosto de 2014, p. 13
Alto total a los operativos de detención y cacería de niños y niñas migrantes
que lleva a cabo la Policía Federal (PF) en la frontera sur del país, demandaron ayer el sacerdote Alejandro Solalinde y grupos defensores de derechos humanos. Señalaron que con el pretexto de dar seguridad a los menores, se llevan a cabo acciones de represión y deportaciones.
El sacerdote y los participantes en la Jornada de ayuno y oración por nuestros niños y niñas migrantes ofrecieron ayer una conferencia de prensa afuera de la Secretaría de Relaciones Exteriores, para informar que llegaron a ciertos acuerdos
con las autoridades de la dependencia, entre ellos que se documentarán los casos de irregularidades contra niños migrantes ocurridos en las fronteras del país.
No obstante, consideraron parciales e insuficientes
los acuerdos con la cancillería, por lo que determinaron trasladar el campamento de ayuno a la sede del Instituto Nacional de Migración (INM), donde demandarán una respuesta a la crisis que se está viviendo con el éxodo de menores.
Ojos y corazón cerrados
Solalinde indicó que mientras a los menores indocumentados se les enjaula, encierra, no se les da un trato humanitario, las autoridades que toman las decisiones en el país tienen los ojos y el corazón cerrados
a esta problemática, y parece no importarles el destino y el sufrimiento de miles de niños.
A su vez, la religiosa María Magdalena Silva Rentería, del albergue Cafemin, dio a conocer los acuerdos a que llegaron los participantes de esta jornada con los funcionarios de la Dirección de Protección de Mexicanos en el Exterior, de la cancillería, como continuar apoyando la labor de las organizaciones para hacer visible la faceta humana de la migración, mantener acciones de auxilio a esta población, documentar los casos e impulsar el fortalecimiento de los albergues, entre otros.
A su vez, José Luis, un joven migrante que resultó mutilado de un brazo y una mano, quien indicó que en Honduras preside un grupo de 452 mutilados, sostuvo que el problema de la migración de menores no se está atacando de raíz: creen que con prohibir que se suban al maldito tren
se va resolver; lo que están provocando es cacería y represión.
Elvis Garay, migrante nicaragüense; Armando Medina y Paola Quiñones, hondureños, e Irineo Mujica, de Pueblos sin Fronteras, exigieron alto total a los operativos de la Policía Federal contra menores en la frontera sur.