Kiev, 17 de agosto.

Las fuerzas del ejército de Ucrania penetraron en la ciudad de Lugansk, controlada por los rebeldes pro rusos, en lo que podría ser un logro importante en los cuatro meses que lleva el conflicto, informó el gobierno ucranio.

Sin embargo, el mando militar ucranio reconoció que otro de sus aviones fue derribado por los separatistas, que se han mostrado optimistas por su capacidad para continuar la batalla y anunciaron haber recibido apoyo de Rusia.

Un reportero de la agencia Associated Press observó el domingo el avance por territorio rebelde de una columna de varias docenas de vehículos pesados, incluso tanques, y por lo menos un lanzacohetes.

El Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania dijo que las fuerzas del gobierno capturaron una estación policial en Lugansk el sábado después de intensos enfrentamientos en el vecindario de Velika Vergunka.

Varias semanas de lucha han dejado sus secuelas en Lugansk, cuyas autoridades dicen que está al borde de una catástrofe humana. Debido al cerco montado por las fuerzas del gobierno se ha paralizado el tránsito de provisiones básicas y quedó interrumpido el suministro de electricidad y agua.

Aunque los rebeldes han cedido terreno en las últimas semanas, siguen demostrando una fuerte capacidad de lucha.

El vocero militar ucranio Alexei Dimitrakovsky dijo el domingo que los separatistas derribaron un avión caza ucranio sobre la región de Lugansk. Agregó que el piloto saltó y estaba a salvo. Otro portavoz militar, Andrei Lisenko, dijo más tarde que todavía se estaba aclarando la situación del piloto.

Un convoy con ayuda humanitaria enviada por Rusia con un total de casi 270 vehículos ha estado varado durante días en una ciudad cerca de la frontera debido a objeciones de Ucrania, que se quejó de que la misión no fuera autorizada por el Comité Internacional de la Cruz Roja.

La Cruz Roja, que sería la responsable de distribuir la ayuda, dijo el sábado que el obstáculo principal era la falta de garantía de seguridad de todas las partes en el conflicto.

La suerte de la caravana de asistencia rusa fue uno de los temas que examinaron los ministros del exterior de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia, que se reunieron el domingo en Berlín.

El líder del autoproclamado gobierno separatista en la región de Donietsk, Alexander Zajarchenko, anunció que las filas rebeldes fueron reforzadas por mil 200 combatientes entrenados en Rusia que llegaron en un momento crucial.

En un video de su discurso, difundido en Internet el fin de semana, Zajarchenko dijo que los insurgentes tienen 150 vehículos blindados, aunque no precisó si también procedían de Rusia.

Por su parte, Dimitri Peskov, vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, rechazó que Rusia haya enviado vehículos blindados a los separatistas.