Consumidores de combustibles no verán mejoría, considera IMEF
Miércoles 20 de agosto de 2014, p. 22
Los beneficios inmediatos de la reforma energética no serán para los mexicanos que consumen gasolinas, gas licuado de petróleo (usado en los hogares) y electricidad, sino para las empresas del país que verán oportunidades de negocios
, consideró este martes el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Una competencia entre distribuidores de gasolinas podría darse hasta 2020 conforme con lo que se fijó en la reforma energética, pues será en ese año cuando se defina la apertura a inversionistas privados en la venta del combustible, explicó José Antonio Aguilar Bueno, presidente del Comité Técnico Nacional de Infraestructura del IMEF, en conferencia de prensa.
El régimen que actualmente se opera para las gasolinas
se mantendrá en los próximos años. Habrá una apertura para distribuir gasolina y, en una primera instancia, el precio será el mismo a escala nacional, dijo el directivo.
Es decir, no habrá competencia hasta el año 2020. La apertura será de tal forma que quienes distribuyan gasolinas en México podrán importarlas y venderlas al precio que consideren más apropiado
, agregó Aguilar Bueno.
En el caso del gas LP, que según estimaciones es utilizado en 80 por ciento de los hogares mexicanos, las fórmulas de determinación (de precios) permanecerán como están al día de hoy
. El Ejecutivo federal define los precios máximos del gas LP, mientras que los participantes de este mercado, prácticamente, venden dicho combustible al precio máximo fijado por la autoridad, no a un menor nivel para generar competencia, dijo Aguilar Bueno.
La postura del IMEF acerca de la reforma energética es, en general, positiva. Sin embargo, el presidente del organismo privado, Daniel Calleja Pinedo, reiteró la preocupación de los ejecutivos de finanzas porque los mensajes gubernamentales de apoyo a la reforma energética indican beneficios inmediatos en los precios de la electricidad y el gas
Los únicos puntos donde hemos manifestado preocupación tienen que ver con el mensaje que acompañó la campaña del gobierno federal en apoyo a esta reforma y por ello subrayamos que no es una reforma cuya consecuencia inmediata sea la caída en precios de electricidad y gas
, manifestó el directivo del IMEF.
Consideró que el mensaje gubernamental debió enfocarse en la creación de oportunidades de negocio para las empresas mexicanas y en el efecto positivo en el empleo a todos los niveles.
La reforma asegura el suministro de energéticos como el petróleo, las gasolinas y otros derivados a largo plazo, abundó Calleja Pinedo.