Jueves 28 de agosto de 2014, p. 39
Una política espejo para las importaciones de alta fructuosa ante los aranceles que impuso Estados Unidos al azúcar mexicana por la presunta existencia de subsidios no es la mejor alternativa para el problema, que no sólo tendrá efectos económicos, sino también sociales, pues muchos municipios dependen fundamentalmente de la producción de caña de azúcar, dijo Martín Valencia Aceves, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El especialista comentó que hace 10 años en Morelos la producción de caña era muy importante y ahora los campos están abandonados, en algunos casos se retornó a la siembra de maíz para tener algo de ingresos
, pero la situación es muy difícil, hay cañeros que aún no reciben los pagos de zafras anteriores.
Insistió en que el tema debe abordarse con una mirada social y el gobierno debe buscar mercados alternos, ayudar a colocar el producto en otros destinos, pues hay ejemplos exitosos como el caso del mango en Chile. En México, sin darnos cuenta, estamos prácticamente secuestrados por el mercado estadunidense, pues cuando requiere un producto lo obtiene y cuando tiene excedentes detienen los embarques mexicanos con cualquier pretexto