Crisis en áreas africanas en cuarentena
Domingo 31 de agosto de 2014, p. 34
Dakar, 30 de agosto.
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas necesita recaudar 70 millones de dólares para proporcionar comida a un millón 300 mil personas, en riesgo debido a la escasez en áreas en cuarentena por el ébola en África occidental, dijo Denise Brown, directora regional de la entidad.
Brown sostuvo que la organización entrega actualmente alimentos a alrededor de 150 mil personas en países afectados por el brote de ébola, pero que necesita aumentar rápidamente ese número en la medida en que avanza la peor epidemia registrada del virus hemorrágico, el cual hasta el momento no tiene cura.
El PMA comenzó a distribuir alimentos en Guinea hace cuatro meses y más recientemente en Liberia y Sierra Leona. Hospitales y zonas de aislamiento fueron los primeros donde entregó la ayuda alimentaria y de manera gradual amplio la magnitud de la misión.
Guinea Bissau, vecina de Guinea Cobakry, uno de los países más afectados por el virus, lanzó una campaña nacional de higiene y se declaró en alerta
, luego que anunciaron que la epidemia había llegado a Senegal, país con el que colinda al norte.
Senegal se convirtió el viernes en el quinto país de África occidental afectado por el brote, que ha dejado mil 552 muertos de 3 mil 69 casos, según el reporte más reciente de la Organización Mundial de la Salud, dado a conocer el 26 de agosto, aunque alertó que la epidemia podría infectar a 20 mil personas.
La ministra de Salud senegalesa, Awa Marie Coll Seck, confirmó el primer caso de ébola en su país luego que detectaron a un estudiante guineano que contrajo el virus cuando estuvo en contacto con enfermos en Guinea Conakry.
En Liberia, una celebración popular estalló en las calles de la capital cuando las autoridades reabrieron el barrio West Point, donde miles de personas quedaron aisladas durante una semana para contener el ébola, enfermedad que se contagia por contacto directo de fluidos y provoca fiebre, hemorrágicas, diarreas, vómitos, así como fallas en riñones e hígado.
Kyndy Kobba, trabajadora de la salud que se recuperó del ébola después de recibir el fármaco experimental Zmmap, instó a los fabricantes a acelerar su producción y enviarlo a África.