La basura que se arroja a los canales de Xochimilco también puede ser usada de materia prima para la fabricación de trajineras, como la que se dará a conocer esta semana, fabricada a partir de envases de agua, de champú y de bolsas de plástico.

Incluso, la primera trajinera hecha con material plástico PET ya se encuentra en el embarcadero Nuevo Nativitas, en el sur de la ciudad de México, y se prevé que en los próximos días se ponga en funcionamiento de manera oficial.

Su fabricación estuvo a cargo de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación del Distrito Federal (Seciti) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en colaboración con prestadores de servicios turísticos de Xochimilco.

Ventajas

Mauricio León Salazar, director de infraestructura, modernización e innovación tecnológica de la dependencia, destacó que el prototipo es más económico para los canoeros, pues se estima que en producción en serie el precio será de 15 mil pesos, cifra menor a lo que cuesta una de madera, que oscila entre 35 y 45 mil pesos.

Además, ese material es amigable con el medio ambiente, ya que al no requerir madera reduce la tala de árboles que muchas veces provienen de aserraderos clandestinos, indicó en entrevista el funcionario.

León Salazar dijo que luego de que los canoeros se acercaron a la dependencia para buscar un material más resistente, la secretaría comenzó a trabajar con el Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM, con el fin de desarrollar un nuevo material que respondiera a las necesidades de la embarcación.

Explicó que el proceso de fabricación en la empresa Gysapol, localizada en Toluca, estado de México, comenzó con la recolección del material. Después se trituró el plástico hasta quedar reducido a semipolvo, con textura de arcilla, y luego se mezcló con el filamento de PET para confeccionar los tablones con los que se hizo la trajinera.

César del Monte, integrante de la Agrupación Servicio Independiente del Embarcadero Nuevo Nativitas, comentó que esta asociación, con 22 de las 230 trajineras que hay en él, trabó contacto con la secretaría para encontrar un material que hiciera más resistentes las canoas.

Caro, el mantenimiento de la madera

Hoy día, la vida útil de una de madera es de entre ocho y 10 años, pero a partir del quinto se debe darle mantenimiento para vitar el deterioro, lo que implica una inversión de alrededor de 30 mil pesos anuales.

Explicó que, además de los golpes que reciben diariamente y de estar a la intemperie, las trajineras son afectadas por hongos e insectos que deterioran la madera, por lo que cada tres meses los propietarios tienen que repararlas; se deben cambiar o pintar secciones de madera que se pudren y se fracturan, por lo que, conforme avanza el tiempo, el mantenimiento es más caro.

La agrupación considera que el nuevo material es una alternativa más económica, pues se calcula que la nueva trajinera de plástico, que puede transportar 20 personas, como una tradicional, tendrá una vida útil de alrededor de 100 años, señaló Del Monte.

El joven, quinta generación de una familia dedicada a prestar el servicio turístico, mencionó que la intención de la agrupación es cambiar el parque de trajineras con el que cuenta por otras de este material, con el fin de beneficiar a las 30 familias, ocho propietarias, y 22 de remeros.