El reconocido creador puertorriqueño Antonio Martorell está en México para presentar la puesta en escena Veveviejo y la exposición retrospectiva Imalabra en la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ).

Después de 30 años, el artista visual, teatrero, literato y cronista Antonio Martorell (San Juan, Puerto Rico, 1939) regresa a México con dos propuestas artísticas para conmemorar sus 50 años de labor creativa.

Letra, palabra, imagen, lectura, escritura y dibujo son los hilos que permiten hilvanar gran parte de la obra de Martorell, quien en diversas ocasiones ha explicado que desde temprano adiestró a su ojo a mirar y atesorar; a crear un inventario afectivo de imágenes que no ha cesado de crecer y que jamás ha excluido las palabras que las nombraron, que les dieron a luz y las iluminaron, que fueron a su vez semilla y vientre fecundado, que las depositaron en la página como en blanco lecho maternal listas para ser celebradas, alimentadas, cuidadas y acariciadas.

Para la vicerrectora de investigación y proyectos creativos de la institución educativa, Sandra Lorenzano, es un enorme privilegio recibir a un artista de la talla de Antonio Martorell. Pintor, grabador, escritor, enamorado de la cultura latinoamericana y comprometido con las mejores causas de este continente, el recorrido vital y artístico de Martorell tiene maravillosas coincidencias con las propuestas y compromisos de nuestra casa de estudios.

La obra Veveviejo, dirigida y actuada por Rosa Luisa Márquez, en compañía del propio Martorell, se escenificó ayer en el auditorio Divino Narciso de la casa de estudios.

Los polos de la existencia

El montaje surge de una reflexión continua sobre la vida y la muerte y, sobre todo, ante la coyuntura del nacimiento de Marola, su nieta. Desde que la niña nació, en 2010, el artista residente de la Universidad de Puerto Rico escribió viñetas sobre infantes y viejos, con el objetivo de legarle a Marola un testimonio amplio de sus observaciones sobre los dos polos de la existencia.

Hoy jueves, a las 19 horas, en el Patio de los Cipreses de la UCSJ se presentará la muestra Imalabra, que reúne una selección de obras que consignan los 50 años de labor creativa del artista visual.

Sobre la retrospectiva, el creador ha expresado: “nunca sé cuándo comienza una imagen y termina una palabra. Por eso Imalabra sirve al propósito de mi trabajo, que es más juego que trabajo”.

Imalabra reúne una serie de instalaciones gráficas entre las que se encuentran los proyectos Jaulabra (2004) y Gestuario I y II (2002-2010); el mural xilográfico Tras las rejas (1986), dedicado a la calle San José; la Casa Singer, una instalación sobre la tradición de la costura, y dos portafolios realizados en 2013 especialmente para este proyecto.

El primero de los portafolios es Antillas Letradas y el otro es Pena, penita, pena, que fundamenta la postura del derecho a la vida y va contra la pena de muerte.

La muestra, que incluye también un proyecto de instalación de carácter performático titulada Dédalo, permanecerá abierta al público hasta el 4 de octubre en la UCSJ (Izazaga 92, Centro Histórico). Posteriormente seguirá su itinerancia en la Casa de América, en Madrid, y regresará al Caribe para presentarse en el Museo de Arte Moderno de Santo Domingo, con motivo de la Feria del Libro, en abril de 2015.