No es fácil dejar el cuadrilátero. Juan Manuel Márquez lo dice con el pesar de alguien que ha alcanzado momentos inolvidables en el pugilismo. Desde que noqueó a Manny Pacquiao anunció su posible retiro, que se extendió a dos peleas más y que hoy sigue en suspenso ante la posibilidad de disputar un quinto título en una división distinta o en un combate de despedida en la ciudad de México.

Estoy en el mejor momento para dejar el boxeo, dijo el peleador de 41 años al terminar una conferencia de prensa sobre un programa de prevención de cáncer de próstata. Lo único que me hace dudar es conquistar otro título y dejar un legado, agregó.

Advierte que conquistar otro campeonato mundial no es obsesión, pero pensar en que podría retirarse con cinco cinturones como uno de los mejores boxeadores mexicanos lo hace titubear sobre su jubilación de este deporte.

Márquez hace un recuento de lo que puede cancelar cualquier propósito de seguir sobre los cuadriláteros: menciona a su familia, el argumento más poderoso para dejar de intercambiar golpes, la satisfacción de los logros en 21 años de carrera y, casi como sentimiento culposo, la victoria incuestionable sobre Pacquiao, a quien dejó inconsciente en diciembre de 2012 para zanjar cualquier debate sobre quién era mejor.

Ya no tengo dudas sobre ese tema, dijo. Pero todavía no decide qué hacer con el futuro.

Se había dicho que el ganador entre Shawn Porter y Kell Brook por el título wélter de la Federación Internacional de Boxeo sería el próximo rival de Márquez. Brook se llevó el cetro, pero hoy el mexicano asegura que no sabe si irá tras ese campeonato.

Si decido continuar, pensaré quién es mi siguiente rival. El objetivo ya está trazado y será, si decido seguir, conquistar el quinto título mundial, señaló.

Parece melancólico cuando habla del inevitable fin de toda empresa. Dice que tomar la decisión para un profesional de su talla es muy fuerte. Y acepta que para un boxeador es difícil retirarse.

Fernando Beltrán, promotor de Márquez, comenta que el pugilista está muy presionado por distintos frentes que esperan que siga peleando: Mi opinión es que México merece un combate más. Lo que no le permite a Márquez retirarse es el amor profundo que le tiene al boxeo; así es difícil decir adiós.

Márquez, mientras tanto, cavila sobre las razones que existen para seguir cosechando triunfos. Aún no cierra esa puerta, aunque dice que las probabilidades para despedirse parece que, al menos hoy, resultan más poderosas.