De acuerdo con el aumento de la presión de las jugadoras que persiguen a Paola Longoria en la clasificación mundial de raquetbol, la máxima campeona en la historia de la disciplina suma motivación para abultar su cuenta de récords.

Pasado el susto de haber estado en riesgo de perder el invicto de 141 partidos, hace tres semanas en la final del Grand Slam de San Luis Potosí ante la argentina María José Vargas, la número uno del mundo desborda satisfacción por jugar la tercera edición del Abierto Mexicano de Raquetas, del 16 al 21 de septiembre en Huixquilucan.

El torneo que reúne a las mejores exponentes del raquetbol, nueve de 10 top ten, sólo en la rama femenil, y a múltiples figuras del squash mundial en ambas ramas, será el escenario ideal para el propósito de Longoria de extender sus marcas.

Me tocó jugar con ella (María José) y regreso con esta presión de que cada vez que piso una cancha más jugadoras juegan a morir, dijo Longoria en la presentación del torneo en un centro comercial.

“Pero seguimos preparándonos día a día y creo que eso ha sido parte fundamental del éxito, que sigo disfrutando el juego, que me divierto, que continúo con hambre de triunfo, de querer seguir sumando marcas de manera consecutiva.

Las jugadoras también están y el nivel aumenta, pero si la preparación es constante, eso me ayuda a tener confianza y a entrar a la cancha con la determinación, y por qué no, a soñar con la victoria, anotó Longoria, quien a sus 25 años acumula 35 títulos mundiales consecutivos, para un total de 50 en su carrera profesional.

La raquetbolista Paola Longoria recordó que estuvo a punto de perder el invicto ante la argentina María José Vargas, en San Luis PotosíFoto Notimex

Está muy lejos de ser aquella niña que, según cuenta, empezó asustándose con los primeros pelotazos al grado de salirse de la cancha y cerrar la puerta tras golpear con la raqueta.

Ahora espera a sus máximas rivales: Más bien para que no me quiten el changarro, bromea la fina jugadora petitte, como ella misma se ocupa en definirse.

“Vienen las jugadoras del top 15 y sin lugar a dudas estoy emocionada de poder sumar más partidos (sin perder)”, dijo, y confesó que tras haber roto el récord mundial de invictos, al ganar su partido 138 durante el torneo en San Luis Potosí, su lugar de nacimiento, “liberé la mayor presión.

“Los (triunfos) 136 y 137 me costaron a morir. El 138 sabía que no iba a ser tan difícil ante una jugadora fuera del top ten, pero era importante. La presión aumenta, pero cada vez baja un poquito en comparación con el récord que tenía”, anotó

El Abierto Mexicano de Raquetas será un nuevo encuentro para Longoria con sus máximas rivales, ocupantes del top cinco en el escalafón: la estadunidense Rhonda Rajsich, la argentina Vargas, la también mexicana Samantha Salas y la colombiana Cristina Amaya.

Aunque su principal objetivo es el circuito profesional, Longoria manifestó su disposición para ser estandarte del país en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, justa en la que posee todos los títulos desde 2006, y reiteró su intención de volverse a postular este año, en el rubro de mérito deportivo, para un segundo Premio Nacional de Deportes, el cual ganó como atleta en 2010.