Ginebra, 4 de septiembre.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió hoy a un grupo de 200 expertos acelerar el desarrollo de fármacos eficaces para combatir el ébola, tras advertir que no hay medicamentos experimentales suficientes para afrontar la epidemia del virus mortal en África Occidental.

En tanto, las autoridades sanitarias de Estados Unidos comenzaron esta semana las primeras pruebas de una vacuna en adultos sanos para prevenir la fiebre hemorrágica.

En un intento por apresurar la lucha contra el ébola, enfermedad para la que hasta el momento no existe cura, la OMS pidió a representantes de farmacéuticas, científicos y funcionarios de salud, reunidos en esta ciudad, que evalúen y desarrollen ocho tratamientos, así como dos vacunas experimentales que han mostrado potencial contra el virus.

La evidencia de la efectividad de estas medicinas y vacunas –entre ellos el suero Zmapp, que fue aplicado a siete pacientes, de los cuales dos fallecieron– es sugerente, pero no basada en datos científicos sólidos de pruebas clínicas, dijo el organismo.

Acelerar el desarrollo de terapias y vacunas experimentales o no aprobadas contra el ébola requiere un esfuerzo concertado de los fabricantes y las agencias reguladoras, en cooperación con la OMS, indicó.

La organización consideró que las decisiones sobre qué productos entran en un proceso de desarrollo acelerado deberían ser transparentes e implicar a Liberia, Sierra Leona, Guinea Conakry y Nigeria, donde el ébola ha dejado al menos mil 900 muertos, de 3 mil 500 casos de contagio, según el último balance dadoconocer este miércoles.

Marie-Paule Kieny, directora general asistente de la OMS, a cargo del encuentro a puerta cerrada, dijo que se centrarán en el desarrollo de los tratamientos más prometedores en el menor tiempo posible.

La organización de Naciones Unidas para la salud subrayó que a pesar de las medidas excepcionales para acelerar el ritmo de los ensayos clínicos, los nuevos tratamientos y vacunas no estarán disponibles para su uso generalizado antes de finales de 2014.

El médico Peter Piot, uno de los descubridores del virus del ébola, en 1976, sugirió un tratamiento tan inusual como sencillo para combatirlo: utilizar los anticuerpos de la sangre de sobrevivientes.

Actualmente no hay vacunas ni fármacos probados contra el ébola, enfermedad que se transmite por contacto directo de fluidos corporales y que provoca fiebre, diarrea y vómito, así como fallas en riñones e hígado.

Por lo pronto, el Instituto Estadunidense para las Alergias y las Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés) y la farmacéutica GlaxoSmithKline desarrollaron una vacuna que fue probada esta semana en 20 adultos sanos de entre 18 y 50 años.

Las pruebas del biológico, que ya fue usado en monos, iban a realizarse más adelante, pero se decidió adelantar los ensayos debido a la velocidad con que se ha propagado la epidemia en África Occidental.

En Nigeria, las autoridades temen una nueva ola de contagios luego de que se registraron tres casos del virus mortal en Port Harcourt, en el sureste del país, informó la OMS.

El contagio de un médico, que tras enfermar siguió operando a pacientes y tuvo contacto físico con decenas de personas, se considera decisivo para la propagación de la enfermedad, por lo que las autoridades nigerianas tienen en observación a casi 400 personas ante la posible aparición del virus.

Rick Sacra, el tercer estadunidense contagiado del ébola mientras se encontraba como misionera en Liberia, fue repatriado por lo que se espera que llegue el viernes a un hospital de Nebraska.