Cultura
Ver día anteriorSábado 6 de septiembre de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Disquero

Jarrett-Garbarek-Danielsson-Christensen

S L E E P E R
Foto
Foto
Foto
Concierto en Tokio, 16 de abril de 1979Foto Terje Mosnes
Foto
Jon ChristensenFoto Internet
Foto
Keith JarrettFoto Internet
 
Periódico La Jornada
Sábado 6 de septiembre de 2014, p. a16

Incesante, voluptuoso, candente, alta intensidad. Así empieza Sleeper, una obra maestra de ornamentación, inventiva, imaginería, magia. Un asombro entero: riff de piano y entra enseguida el sax tenor: luz dorada sobre un campo sembrado de lilas: un óleo de Gustav Klimt sonando.

Tal la magia, que en un momento determinado impera la poesía en la delicadeza del sonido: brillantes gotas de rocío penden y se desprenden de los pétalos abiertos de una rosa roja que sonríe.

Sleeper, álbum doble del sello alemán ECM, es el resultado de un concierto celebrado en Tokio hace 35 años, pero es hasta hace pocos meses que Manfred Eicher, artífice de esa casa disquera, decidió ponerlo a nuestro alcance. Se trata de una grabación imprescindible para todos aquellos que gustamos de la obra de cada uno de los integrantes del cuarteto que hizo esta música, tanto como del conjunto en sí mismo.

Las siete piezas que forman este valioso documento son de la autoría de Keith Jarrett, pero lo hermoso de la edición del disco es que en la portada aparece en letras rojas el título Sleeper, y en cascada, en blancas, los apellidos simplemente: Jarret, Garbarek, Danielsson, Christensen.

Reunión de gigantes. El desempeño de cada uno de estos músicos vale el disco entero. El conjunto, el resultado del conjunto, es una verdadera alucinación.

El noruego Jack Garbarek es un hacedor de sonidos tan peculiares que con tan sólo nombrarlo uno ya escucha su música en la mente. Su paisano, el baterista Jon Christensen, es también poseedor de un estilo personalísimo, original e identificable, cosa muy rara que ocurra, dado que un juego de tambores, tarola y platillos metálicos pudiera sonar de manera parecida.

Palle Danielsson también es un gigante. Cuando se ensismisma, encima de su contrabajo de madera, asemeja a un fiero leñador salido de un filme de Ingmar Bergman.

Keith Jarrett es un capítulo aparte en la historia moderna de la música. Aquí es el líder, pues el conjunto que en este disco suena es su Cuarteto Europeo, llamado así para distinguirlo de su conjunto original, su Cuarteto Americano. Esta coalición de colosos también es denominada, de manera poética, The Belonging Group.

Foto
Jan GarbarekFoto Internet
Foto
Palle DanielssonFoto Claudio Filippini

El disco inicial de este álbum doble abre con la pieza titulada Personal Mountains y, en efecto, escuchamos a las montañas cantar. El primer riff de piano es un asombro entero que va ganando en ritmo, cadencia y cadera a grado y temperatura tal que de repente nos encontramos en pleno paisaje caribeño. Cuando se añade a la frase motívica el sax tenor de Garbarek, el paisaje se calienta más y se emulsiona cuando entra la mujer de amplias caderas, que es el contrabajo de Palle Danielsson, la atmósfera se torna intensísima y bueno, añada usted las tamboras, tarola y platos de metal de Cristensen y estará usted aposentado en pleno paraíso.

Las otras dos piezas, más una de encore, pues se trató de un concierto en vivo, se titulan Innocence y So tender, y suenan en efecto así: con inocencia y ternura.

La pieza que abre el disco 2, Oasis, es una nueva alucinación: Jarrett y Garbarek se tornan percusionistas y se ponen a tundirle a todo lo tundible. Jan toma una flauta y la hace sonar como si fuera de carrizo y de manera semejante a las músicas que muchos aseguran era así la que se hacía en Mesoamérica, antes de la llegada de los bárbaros. Suena a huéhuetl. Suena a teponaztli. Y a lo prehispánico se unta luego una transición pasmosa para que de pronto estemos en Perú y enseguida en el Amazonas, con todo y sonido de la cuica y el berimbao, y así irá creciendo la música, fogata, hoguera, en intensidad tal que uno simplemente cierra los ojos y disfruta. Disfruta de los bienes sonoros que nos brinda el paraíso.

Namasté.

[email protected]