Nueva York, 6 de septiembre.

El japonés Kei Nishikori y el croata Marin Cilic protagonizaron una de las jornadas más sorpresivas en un torneo de Grand Slam y chocarán en la final del Abierto de Estados Unidos.

Nishikori se convirtió en el primer tenista nacido en Asia que avanza a la disputa del título de un torneo grande, tras derrotar en cuatro sets al número uno, el serbio Novak Djokovic.

Más tarde siguieron las campanadas y Cilic doblegó con facilidad 6-3, 6-4, 6-4 al suizo Roger Federer.

Es una insólita e inédita final en Nueva York, en comparación con el sentido de normalidad que habría significado un duelo Djokovic-Federer, el primero contra el segundo preclasificado y ganadores de 24 títulos de torneos del Grand Slam en forma combinada.

El japonés es décimo preclasificado y el croata 14. Ninguno había aparecido jamás en la final de un Grand Slam.

Nishikori, quien ganó 6-4, 1-6, 7-6 (7-4), 6-3 en una jornada calurosa y húmeda en Flushing Meadows, señaló: Es una sensación increíble vencer al número uno.

El nipón de 24 años había jugado un par de maratones de cinco sets en cada uno de sus dos partidos anteriores, en los que estuvo más de ocho horas y media en cancha.

Sin embargo, se mostró más fresco ante Djokovic, conocido como uno de los hombres con mejor condición física en la ATP. Sencillamente jugó mejor que yo en estas condiciones, admitió el tenista serbio.

Nishikori es entrenado por el estadunidense Michael Chang, quien en 1989 conquistó el Abierto de Francia a los 17 años.

Hemos trabajado súper bien, expresó Nishikori al referirse a Chang y su otro entrenador, el argentino Dante Bottini. Por eso estoy aquí, agregó.

La temperatura en el estadio Arthur Ashe alcanzó los 37 grados centígrados al comienzo del encuentro, sin contar la humedad de cerca de 70 por ciento. Nishikori ganó el encuentro en dos horas con 52 minutos.

Djokovic, quien disputó las cuatro recientes finales del Abierto estadunidense, superó a Andy Murray en cuatro agotadores sets en cuartos de final, pero el serbio nunca estuvo a gusto este sábado y se pasó la mayoría del partido corriendo de lado a lado de la cancha, mientras Nishikori controlaba los intercambios.

Sencillamente no fui yo mismo. Aparte del segundo set, mi desempeño hoy no estuvo ni cerca de lo que hubiera querido. Muchos errores no forzados, muchas pelotas cortas, dijo Djokovic.

En el desempate del tercer set, Djokovic cometió cuatro errores no forzados y una falta doble. Nishikori después le quebró el saque al comienzo del cuarto, y su rival desperdició tres puntos de quiebre en el siguiente game.

El asiático ganó cinco de los siete puntos de quiebre que tuvo, mientras Djokovic sólo aprovechó cuatro de 13.

Más tarde, Cilic dio el segundo campanazo de la sorpresiva jornada. Consiguió su primer triunfo ante Federer, campeón cinco veces consecutivas en el torneo de Estados Unidos entre 2004 y 2008, en seis enfrentamientos.

El croata apoyó su gran victoria en una hora y 45 minutos, en un juego agresivo desde la base –43 tiros ganadores contra 28 de Federer– y un excelente desempeño con su servicio, el cual sólo cedió una vez y apenas permitió dos bolas de quiebre a lo largo de los tres sets.

De su lado, el tenista suizo no estuvo fino con su saque –cuatro quiebres– y cometió muchos errores forzados por la potencia de su rival.