Domingo 7 de septiembre de 2014, p. 9
El envío de remesas y el pago de impuestos de migrantes de origen latinoamericano en Estados Unidos representan beneficios por más de 11 mil millones de dólares anuales para la economía de ese país, equivalentes a más de uno por ciento de su producto interno bruto (PIB), aseguró María Luisa González Marín, académica del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En contraposición, lamentó la especialista, los indocumentados sólo tienen derecho a educación y servicios médicos de urgencia –de acuerdo con una serie de reformas legales hechas en 1976–, a pesar de que 75 por ciento de ellos contribuyen a la seguridad social y al programa conocido como Medicare.
Durante un seminario-taller sobre el tema, González Marín enfatizó que los anteriores datos contradicen los argumentos de los grupos que criminalizan a los indocumentados; apuntó que en 2012 la economía mexicana se benefició con la recepción de 22 mil 446 millones de dólares por concepto de remesas.
Dichos recursos, señaló, no dependen del crédito o la exportación, y son equivalentes a 1.9 por ciento del PIB nacional y 48 por ciento de las ventas al exterior de petróleo crudo.
De igual forma, esta situación beneficia a la economía estadunidense, pues en 2011 los migrantes latinoamericanos gastaron en esa nación 86 de cada 100 dólares de sus salarios.