Freetown, 6 de septiembre.

Las autoridades de Sierra Leona ordenaron este sábado a los ciudadanos que se mantengan encerrados en sus casas durante tres días a partir del 19 de septiembre, como parte de una estrategia para frenar la propagación del ébola, que ha dejado 2 mil 94 muertos en África occidental.

La población deberá permanecer confinada en sus hogares para dar tiempo a los equipos sanitarios de pasar puerta por puerta a las viviendas del país africano y detectar mejor los casos del virus hemorrágico, enfermedad que hasta el momento no tiene cura, explicó el portavoz del gobierno, Abdulai Barratay.

El confinamiento significa que nadie, y menos aun ningún vehículo, excepto los que son esenciales para el servicio, podrá circular. La medida se aplicará a todos, afirmó el portavoz.

En Sierra Leona se han registrado 491 contagios de un total de 3 mil 944 confirmados en conjunto con Guinea Conakry y Liberia, según el último balance de la Organización Mundial de la Salud, dado a conocer el 5 de septiembre.

Los días 19, 20 y 21 de septiembre fueron elegidos para dar suficiente tiempo a las personas para abastecerse de alimentos y otras provisiones. La medida será apoyada por varias ambulancias y unos 30 vehículos utilitarios. Es una operación que organizaremos periódicamente hasta que la fiebre hemorrágica sea vencida añadió.

No obstante, Médicos sin Fronteras (MSF) cuestionó la medida de prevención que pretende llevar a cabo el gobierno de Sierra Leona al asegurar que no ayudará a controlar el brote de ébola e incluso podría provocar la expansión más rápida de los casos no reportados.

MSF agregó que incluso si se identifican posibles contagios durante el encierro, Sierra Leona no tiene suficientes camas para todos los pacientes del ébola.

En Liberia, decenas de habitantes de la capital, Monrovia, huyeron de sus hogares después de que un centro de aislamiento negó el acceso a varios enfermos de ébola, al asegurar que había superado su capacidad para atender pacientes.

El doctor Rick Sacra, tercer estadunidense contagiado del virus cuando trabajaba en Liberia, se encuentra estable, informó el Centro Médico Nebraska, donde es atendido en una unidad de aislamiento.