Jimmy Morales, director de la escudería Telmex, estimó que si bien en este momento no corren pilotos mexicanos en las categorías antesala de la Fórmula Uno, no existe un bache generacional, pues los actuales en el máximo circuito, Sergio Pérez y Esteban Gutiérrez, aún se consideran jóvenes y podrá trabajarse con ellos unos 10 años más, tiempo suficiente para formar a sus sucesores que hoy son prácticamente niños.

El equipo de la telefónica, un proyecto que surgió y se mantiene desde hace 12 años como desarrollador de pilotos, festeja 300 carreras ganadas en diversos seriales, la mayoría internacionales, cifra que le tocó cumplir a Antonio Pérez al ganar el pasado 31 de agosto en Aguasacalientes la quinta fecha de la Súper Copa de autos turismo.

Esta escudería se formó a raíz de que no teníamos un semillero de pilotos dentro del automovilismo mexicano, recordó Morales, quien coordina el desempeño y destino de cada piloto hacia las respectivas categorías.

Habíamos caído en un bache. Después de Adrián Fernández, de Copa Marlboro, que era muy fuerte, con Carlos Guerrero, Michel Jourdain junior, Mario Domínguez... un servidor, no veíamos una generación que viniera atrás, así que la idea era tener una formación de pilotos realmente jóvenes que pudieran tener aspiraciones de ir a conquistar el mundo, y con base en eso se empezó a construir.

Toño Pérez, hermano del Checo Pérez, recibió por ese triunfo 300 una placa en una sencilla ceremonia en la sede de la telefónica, acompañado por un grupo de pilotos, entre ellos Guillermo Rojas, tetracampeón de la Serie Grand-Am, uno e los mayores contribuyentes de victorias.

Aunque aún no se ha producido la esperada bandera a cuadros en la F-1, Morales confía en que sucederá dentro del proceso que viven Checo y Esteban.