onmemorando el primer aniversario luctuoso del maestro Jorge Martínez Zapata (La Jornada 10/09/2013), músicos, artistas y autoridades culturales de San Luis Potosí acaban de instituir el Festival Internacional de Jazz Jorge Martínez Zapata, a celebrarse del 11 al 13 de septiembre en el Teatro de la Paz, la Plazoleta del Carmen y el Centro de las Artes de la capital potosina.

Convocados y motivados por el inmenso, intenso legado de Martínez Zapata como pianista, compositor, investigador, escritor y pedagogo, varios jazzistas y jazzófilos nacionales y extranjeros han sido programados en tres días de conciertos, talleres, clínicas y conferencias. Entre ellos destacan el Cuarteto de Justo Almario, el Trío de Mark Levine, el Cuarteto de Saxofones de Costa Rica, el grupo de Guillermo Barrón y una impresionante banda llamada Música Integral, dirigida por Samuel Martínez Herrera, que interpretará precisamente este proyecto (música integral), concebido por Martínez Zapata en 1969, donde ya el maestro fusionaba sones huastecos, jaliscienses, istmeños y jarochos a través de los códigos del jazz y la música contemporánea.

Se presentará también el libro La música es así, editado por el gobierno del estado, donde el pianista homenajeado da cátedra de apreciación musical. Además, Alberto Gutiérrez, piedra angular de la radiodifusión potosina al servicio del jazz, ofrecerá una conferencia sobre el trabajo de Martínez Zapata en la radio. Todos los detalles están en Facebook, en el sitio del festival.

Y hablando de Guillermo Barrón, el joven percusionista jalapeño presentó su primer disco solista: ¿Cuál es la prisa? (Luna Cabal, 2014), con el apoyo de congas, tambores batá, timbales, djembé, udu y un largo etcétera de percusión menor. Sabíamos ya que Guillermo es un instrumentista de primer nivel, la sorpresa llegó al conocerlo ahora como un compositor sólido, elocuente, de gran expresividad en sus líneas melódicas, con una coherencia narrativa que te seduce desde los primeros acordes.

Hay además tres arreglos de enorme factura a Solar, de Miles Davis; A child is born, de Thad Jones, y Oleo, un clásico de Sonny Rollins que en esta nueva versión cobra una fuerza muy especial, tanto en el planteamiento rítmico como en la improvisación colectiva, donde el órgano de Samuel Martínez reivindica el poder de una herramienta casi olvidada por los contemporáneos.

¿Cuál es la prisa?, el segundo tema del disco, es un despliegue de pasión y técnica… de atisbos mexicanistas. ¿Cuál es la prisa?, el álbum, es el inmejorable debut discográfico de uno de los mejores percusionistas de nuestro jazz.

No quisiera ponerme ni muy serio ni muy obvio, pero el jazz es y será un universo en sí mismo, con su respectivo infinito de posibilidades para hacer y rehacer y deshacer y volver a empezar. Pero es también la puerta de acceso a otras dinámicas y  otros universos y otros infinitos… y por ahí entraron Cris van Beuren y Juan Pablo Villa para aterrizar un disco a dúo: Flucturas (Intolerancia, 2014).

Aquí las rolas fluctúan entre el bagaje jazzístico de Van Beuren (con tenues y vaporosas líneas de Egberto Gismonti en su guitarra) y las improvisaciones multiformes y escabrosas (en el mejor de los sentidos) de Juan Pablo y su arsenal vocal.

Pero desde el rigor de la ortodoxia, tendríamos que apuntar que Flucturas no es un disco de jazz. Es más bien una mixtura de intenciones y fragancias que en otras latitudes podrían contraponerse, e incluso hasta enfrentarse; pero aquí… aquí convergen con elegancia y se retroalimentan con naturalidad.

Once de los 17 temas –composiciones de Van Beuren– conforman un catálogo de sutilezas que se emparentan de frente con las atmósferas de la música ambient y los ecos de la new age. Los seis restantes son una suerte de viñetas improvisadas donde la vena y la irreverencia de Villa son más que evidentes. El disco cierra con una canción de cuna en blues.

Gustavo Cortiñas, baterista mexicano radicado en Chicago, con un consolidado estilo de ecos straight ahead y jazz contemporáneo, iniciará este 12 de septiembre una gira por Puebla y el Valle de México. Los clubes elegidos son: La Casa del Mendrugo Jazzatlán, Las Musas de Papá Sibarita, New Orleans, Be Bop City, El Convite, Film Club Café, Esquina de los Milagros, Zinco y Pizza Jazz. Los detalles.

Cortiñas, en palabras del crítico Johnny Vidacovich, no toca la batería con el cerebro, sino con el alma y el corazón. Todos estamos invitados. Salud.

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