Las aportaciones del profesor emérito del Cinvestav gozan del reconocimiento mundial
Su trabajo más conocido fue sobre el llamado Espectro de Brown-Gitler
Lo primero que se necesita para la comprensión de esta disciplina es leer en español, pues al entender un texto es posible apreciar y analizar un problema, consideraba el experto
Jueves 11 de septiembre de 2014, p. 2
Samuel Gitler, profesor emérito del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Politénico Nacional, y uno de los mayores genios de las matemáticas de México, murió la noche del 9 de septiembre en la capital del país. Sus aportaciones a esta disciplina, específicamente en topología algebraica y sus aplicaciones a la topología diferencial, alcanzaron el mayor reconocimiento a escala mundial.
Según la nota biográfica publicada por El Colegio Nacional, Gitler nació en la ciudad de México el 14 de julio de 1933. Se graduó de ingeniero civil en la Escuela Nacional de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y obtuvo el doctorado en matemáticas en la Universidad Princeton, en Estados Unidos, con especialidad en topología algebraica.
Sus aportaciones al conocimiento matemático se han concretado en numerosas colaboraciones en libros, revistas y memorias de congresos, y en 74 artículos publicados en revistas especializadas del más alto nivel, de manera individual o en colaboración.
Su carrera de docente se originó en 1953, cuando ocupó el cargo de profesor de matemáticas en la Escuela Nacional de Ingeniería de la UNAM. De 1957 a 1959 fue asistente de profesor en la Universidad de Princeton; de 1960 a 1961 ocupó el cargo de investigador asociado en la Universidad de Brandeis en Waltham, Massachusetts. En este último año fue nombrado profesor adjunto del Cinvestav, cargo que ocupó hasta 1963, al año siguiente fue nombrado profesor titular del mismo. En 2005 fue nombrado profesor emérito de ese centro.
Topología algrebraica y diferencial
El interés científico de Gitler se puede dividir en dos grandes rubros: el papel de la topología algebraica y sus aplicaciones a la topología diferencial. Su trabajo más conocido es sobre el llamado Espectro de Brown-Gitler. Este artículo dio origen a la resolución de tres problemas muy importantes en la teoría de homotopía y a un simposio organizado por la Sociedad Matemática Americana, sobre la tecnología de los espectros de Brown-Gitler
y mencionado por el profesor George Whitehead.
Las conferencias de Gitler se escucharon en los auditorios de las instituciones académicas más prestigiosas del mundo. Entre ellas están las universidades de Oxford en Inglaterra, la Católica y Pontificia de Río de Janeiro, la de Montreal, la Hebrea de Jerusalén, la Aarhus en Dinamarca y la Estatal de Moscú.
La Sociedad Real de Londres invitó al investigador mexicano para realizar estancias de un año como profesor visitante en la Universidad de Oxford, la primera en el All Souls College y la segunda en el New College, en esta útlima le otorgaron el grado de maestro en ciencias.
El doctor Gitler fue miembro de la Sociedad Matemática Mexicana (1953) en la que también funció como secretario (1965-1967) y presidente (1967-1969), además fue editor del boletín (1969-1981); integrante de la American Mathematical Society (1957); crítico de la revista Mathematical Reviews (1968-1990); recibió la beca de la Fundación Rockefeller (1957-1959); miembro titular de la Academia de la Investigación Científica, actualmente Academia Mexicana de Ciencias (1974).
También fue representante de México ante la Unión Matemática Internacional (1975), Premio Nacional de Ciencias (1976), y miembro en tres ocasiones (1964-1965, 1985-1986 y 2010-2011) del Institute for Advanced Study, de Princeton.
En una de las últimas presentaciones públicas, Samuel Gitler resaltó la importancia de comprender cómo funcionan las matemáticas.
Lo primero que se necesita es aprender a leer, pues del entendimiento de un texto es posible apreciar y analizar un problema matemático
, consideró en una conferencia impartida en julio de 2013 y cuya reseña publicó la Academia Mexicana de Ciencias.
Esto fue una de sus convicciones, pues siempre que se le pedía un consejo para mejorar la enseñanza de esta disciplina recomendaba: Basta que la gente aprenda a leer en español y ello será ganancia. La matemática le va a venir después. Al leer se hace un análisis y eso es suficiente como preparación para entender la matemática
.
Para él, el problema en México es que los niños no leen y que ello implica no sólo juntar las letras, sino saber qué dice el texto. Unir letras lo hacemos todos, pero entender el mensaje es lo que tiene que cultivar el maestro en la escuela
.
En esa conferencia reiteró su postura crítica hacia el tema de la educación. Recordó que en la década de los años 80, cuando el gobierno de Miguel de la Madrid intentó establecer el libro único de texto, el primer borrador era tan malo que estaba decidido a llamar criminales
a los autores, pues en lugar de facilitar el aprendizaje de las diversas áreas del conocimiento, lo entorpecía.
El libro único era una cosa vomitiva; salí muy enfermo de eso, porque no entendí qué querían. Entonces dije que si ellos presentaban esa edición cometerían un crimen y yo haría lo posible para denunciarlo y tratarlos como criminales.