La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó ayer, por conducto de su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, el ataque perpetrado el 4 de septiembre contra la periodista Karla Janeth Silva Guerrero, de El Heraldo de Silao, Guanajuato, en la redacción de ese periódico.

En un comunicado firmado en Washington, la CIDH exigió a las autoridades mexicanas proteger a la reportera e investigar los hechos, incluida la hipótesis de que el ataque está relacionado con la labor de Silva Guerrero, y sancionar a los responsables.

La relatoría exhortó a actuar con urgencia para identificar los motivos del ataque y poner en práctica todos los instrumentos con que se cuenta para sancionar a los responsables materiales e intelectuales.

Los agresores también habrían atacado a una asistente de la redacción y dañado mobiliario y equipo del diario.

Según la información disponible, las notas de Silva Guerrero suelen ser críticas con la administración local, situación por la que habría recibido reclamos, indicó la CIDH.

Mientras, el diputado local Guillermo Romo Méndez afirmó que su correligionario y alcalde priísta de Silao, Enrique Benjamín Solís Arzola, debe dejar el cargo por el ataque infame del que fue víctima la periodista y porque en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no queremos sinvergüenzas, rateros ni emisarios del pasado.

El legislador consideró que la Procuraduría General de Justicia del Estado debe investigar a Solís Arzola por la golpiza y la amenaza que recibió la reportera.

Agregó que el hecho de ambos militen en el PRI no le impide criticar al edil. Como diputado, no puedo callar la indignación que me hace sentir este modo de proceder de las autoridades municipales. Es infame, retrógrada.

Claudia Vélez de Alba, regidora del Partido Verde Ecologista de México, aseguró que el alcalde intimidaba y maltrataba a Karla Silva e incluso el ayuntamiento dejó de enviarle la agenda gubernamental para bloquear su labor periodística.

Si ves los reportajes (de los medios en Silao), Karla era la única que decía la verdad. Todos los periódicos (locales) están vendidos, refirió la edil, quien sostuvo que Solís Arzola habló a la redacción de El Heraldo para exigir que despidiera a Silva.

El martes unos 100 reporteros realizaron una marcha y encararon al munícipe. ¡Solís Arzola, Karla no está sola!, gritaron por las calles de Silao y en la oficina del alcalde.