El contralor general del Instituto Nacional Electoral (INE), Gregorio Guerrero Pozas, afirmó que es necesario revisar la nómina del organismo, con el fin de detectar la posible duplicidad de puestos y áreas.

Es un asunto en el que hemos venido insistiendo. Uno de los puntos más importantes a resolver en cuanto a la administración es hacer este recuento sobre todo (de) los recursos humanos de la institución para ver dónde hay excesos, comentó.

La nómina del INE está integrada por unas 16 mil personas y, hasta el momento, sólo se ha acordado desaparecer el Centro de Desarrollo Democrático.

El contralor sugiere revisar con mayor precisión el tamaño de la nómina del Registro Federal de Electores, de la dirección general de capacitación y de toda el área administrativa.

Agregó que el recorte inicial es benéfico porque significa un ahorro en materia de recursos humanos. Sin embargo, es necesario hacer una revisión integral.

Ayer fue presentado ante el Consejo General el informe de la contraloría correspondiente al primer semestre de 2014, periodo de transición de Instituto Federal Electoral (IFE) a INE, como mandato de la reciente reforma política. El documento muestra la persistente falla del organismo en esta materia.

Por ejemplo, en el gasto de viáticos, los auditores concluyen que el presupuesto programado y aprobado para el concepto de servicios de traslados y viáticos por 62 millones 845 mil de pesos y el de gastos por servicios de traslado de personas por 9 millones 235 mil fue superior a las necesidades reales del instituto.

La dirección de recursos financieros no realizó adecuadamente el proceso de verificación de la comprobación de los viáticos otorgados, así como del fondo revolvente administrado por la dirección ejecutiva del Registro Federal de Electores, toda vez que existen deficiencias e inconsistencias en su comprobación, contraviniendo con la normativa aplicable en la materia.

Al inicio de la sesión, el consejero presidente, Lorenzo Córdova, prometió disminuir los gastos fijos de la democracia y que el manejo de los recursos del organismo se efectuará con orden, transparencia y excelencia. Tenemos un compromiso ético con la sociedad, expresó.

El organismo pidió para el año entrante 18 mil 500 millones de pesos (por gasto operativo y prerrogativas para los partidos).

El presupuesto del instituto del año que transcurre es de 11 mil 847 millones de pesos, ya con un ajuste por 230 millones para hacer frente a la transición del IFE al INE.

“Estamos conscientes de que es un pendiente lograr la excelencia en los mismos términos de calidad operativa que hemos alcanzado en materia electoral.

Apenas el domingo pasado tuvimos la enésima prueba (la elección perredista) que (en) esta institución, en lo que hace en materia operativa, resulta paradigmática. Estamos convencidos de que esos niveles los tenemos que llevar al tema de eficiencia y transparencia, sostuvo.

El carácter de rector y supervisor del INE, agregó, obliga a desempeñarse con una comprobable eficiencia administrativa.

La contraloría revisó 124 unidades del organismo, tanto en el ámbito financiero como en el de la obra pública. Las licitaciones previstas para este año se han adelantado con el fin de no llevar al límite de tiempo estos procesos.