Ofelia Medina y Paola Medina protagonizan la obra de teatro Dos mujeres, adaptación de Raúl Zermeño y Ofelia Medina del texto Perlas a los cerdos, de Alejandro Román Bahena, título franco, directo, sobre dos crímenes, dos asesinatos ampliamente difundidos en los medios de comunicación y, no obstante, impunes.

En la puesta en escena, madre e hija, víctimas de feminicidio, hablan desde un no lugar y exponen su trágica historia desde un desierto en el que claman por justicia. De hecho, visten como mujeres de un país que puede ser de Medio Oriente.

Ofelia Medina es la madre; Paola Medina, la hija en la ficción. Son tía y sobrina en realidad. Enlazadas por el sentimiento se unen para expresar el amor y el dolor de dos mujeres que, como miles, son víctimas en México de crímenes brutales.

Raúl Zermeño inició el trabajo de dirección, y Ofelia Medina, con la asistencia de Arturo Nahum, continuaron la labor. La escenografía es de Medina y Erika Gómez; el vestuario también es de Medina y de Víctor Carpinteiro.

El pasado 21 de agosto, en el Círculo Teatral se ofreció un fragmento de la pieza. Ahí, tras la sacudida por el drama visto, Ofelia expresó: “Dedico mi trabajo a las madres, familias y amigos de las mujeres muertas y desaparecidas en Ciudad Juárez y en todo nuestro país. A ellas, como dijo Rosario Castellanos: recuerdo, recordemos, hasta que la justicia se siente entre nosotros...

Dar vida al caso Rubí

El llamado caso Rubí está ampliamente citado en la prensa y se informó de él incluso en Televisa. Tuvo como escenario Ciudad Juárez, Chihuahua. Para familiares de Rubí son claras las fallas en el proceso, por el cual se dejó libre a un asesino confeso.

Rubí Marisol Frayre Escobedo fue victimada entre el 28 y el 30 de agosto de 2008 por su concubino Sergio Rafael Barraza Bocanegra, quien, se supone, la halló sosteniendo relaciones sexuales con otro hombre. Un año después, en julio de 2009, el sujeto fue atrapado en Fresnillo, Zacatecas. La mamá de Rubí, Marisela Escobedo Ortiz, hizo varias caminatas a lo largo de la frontera para exigir justicia, pero los jueces de garantía decidieron absolver de manera unánime al presunto asesino, el cual no acudió a la última audiencia, pues ya lo habían dejado libre.

Marisela Escobedo no se dio por vencida. Se instaló en protesta en la Plaza Hidalgo de la ciudad de Chihuahua, frente al Palacio de Gobierno. En este sitio, el 16 de diciembre de 2010 fue asesinada por un desconocido de un balazo en la cabeza.

Del encuentro de madre e hija asesinadas trata Dos mujeres.

Es la vuelta de Ofelia al Círculo Teatral, el cual inauguró hace 10 años a su manera, actuando.

En la sesión de preguntas, contestó: “Hay una investigación sobre este caso, y el autor en el cual nos basamos hace una ficción a partir de la historia; hace una fantasía. Ustedes vieron la escenografía, que es un desierto. Ella, Marisela, atravesó desde Ciudad Juárez, caminando. Esto, lo que vieron y verán, es una conversación entre dos muertas. Lo que ocurrió no es fácil de comprender. Marisela sólo protestó, protestó, protestó. Le dijo al gobernador que quería justicia para su hija. Después la mataron en las puertas del Palacio de Gobierno. Pidió justicia. ¿Por eso la mataron?

Esta realidad la provocan los gobernadores. Esta es una situación provocada.

–¿Cómo es para usted llevar esta historia a escena?

–Con mucho dolor. La verdad, he sufrido mucho en la vida y en el escenario y ya yo estaba haciendo las obras que escribo... puro erotismo. Y yo ya no quería, pero la obra, la dirección de Raúl Zermeño y que Paola y yo saldríamos como madre e hija me llevó a hacer esto. Han influido todos los que participamos en este trabajo, para hacer una petición de justicia. Para que se aclare este asesinato... ¿y el de cuántas mujeres? No sólo es Juárez. Ahí están el estado de México y más allá Tamaulipas, Michoacán... ¡nuestro país es el imperio de la impunidad en feminicidios! Ofrecemos este trabajo para pedir justicia.

Decidimos no imitar. Por eso nuestro vestuario es como el del desierto. Conocí a Marisela. Tuve ese honor, pero decidimos no personificarla, sino hacer una mujer como cualquiera. Como cualquiera de nosotras. Tampoco Paola imita a su hija Rubí, sino que somos dos mujeres como cualquiera de las otras.

Añadió que su papel de Frida en la obra de teatro sí me llenaba las tripas, pero ella es una de las mujeres más famosas del mundo, y en cambio a Marisela nadie la conoce. Ese dolor es más grande. Frida sufrió en su cuerpo; Marisela sufrió en su corazón, en su alma. Su muerte es una vergüenza. Cuando hacemos la escena de la muerte... ¡uf!

Sobre si una obra de teatro podrá influir de algún modo en el caso, dijo: El Círculo Teatral va a recibir 90 personas por función. Esperamos tocar a quienes vengan. Estamos retomando la voz de ella, de Marisela, y que resuene entre el público. El teatro tiene un corazón muy grande. Vamos a ver si podemos presentar en Juárez esta obra. A ver si nos dejan.

Sobre su personaje, Paola acotó que no se siente diferente a Rubí. Somos mujeres y fui adolescente (ella murió a los 16 años). Yo sé lo que es andar con un peladito y que te enamore alguien peligroso. Me puedo identificar, justo porque soy mujer.

Ofelia: Paola ha estudiado este personaje... siete meses. Queremos decirles a ellas que las amamos y que las admiramos, que nos duele muchísimo su tragedia. ¡Nada de lo que yo pueda hacer como actriz llegará a la infelicidad que ella tuvo! Aquí no hay posibilidad de sobreactuación y nunca llegaré a sentir su dolor... ¡gracias a Dios! Recordemos hasta que la justicia se siente entre nosotros. Así va a terminar la obra, con este poema de Rosario Castellanos. Ella lo escribió para Tlatelolco, pero es lo mismo: es un exhorto a recordar. Duele, luego es verdad.

Dos mujeres se estrena el 20 de septiembre, a las 19 horas. Costo del boleto: 250 pesos admisión general, 150 pesos para integrantes del Inapam, estudiantes y maestros con credencial. Funciones: sábados, a las 19 horas, y domingos a las 18, en el Círculo Teatral (avenida Veracruz 107, colonia Condesa). Reservaciones al 5553 383. Corta temporada.