El cantautor regresa a México con nuevo disco; hoy abrirá conciertos en el Metropólitan
Ya caducó la idea de que los músicos no bailamos
; intento recuperar la relación de mis canciones con la danza
, afirma el uruguayo
La producción tiene cumbia colombiana, ranchera y peruana
Jueves 18 de septiembre de 2014, p. 8
Mientras haya baile habrá vida, movimiento, ánimo de grupo, libertad. Yo me crié en un país en dictadura, donde no se bailaba porque era mal visto, tanto por el régimen militar, como por el círculo de intelectuales de izquierda en el que crecí. Llegué a poner en una canción: los músicos no bailamos... Bueno, esa idea caducó
, expresó en entrevista telefónica desde España el uruguayo Jorge Drexler, quien hoy jueves comenzará, en el teatro Metropólitan, una serie de presentaciones en México, en las cuales promoverá su nuevo disco Bailar en la cueva.
En este regreso a México, Drexler dará espectáculos en Guadalajara, Monterrey, Reynosa, Tampico y Puebla. Sin duda, ahora llega con el disco más rítmico de su carrera, incluso bailable. Los que lo conocen tienen en sus manos el cedé más arriesgado de los que haya hecho, con un sonido y concepto globales.
Vuelve con una banda y un artista invitado: el mexicano Caloncho. La gira incluirá Guadalajara (sábado 20, Teatro Estudio Cavaret), Monterrey (martes 23, Café Iguana), dos fechas en el Festival Internacional de Tamaulipas: Reynosa (jueves 25, Teatro Principal del Parque Cultural) y Tampico (viernes 26, Teatro Metropolitano), y en Puebla (domingo 28, Teatro de la Ciudad).
En Bailar en la cueva participó el icono brasileño Caetano Veloso, que colabora en la canción impregnada de cumbia llamada Bolivia. La rapera franco-chilena Anita Tijoux participa en el sencillo Universos paralelos; la vocalista Li Saumet, de la banda colombiana Bomba Estéreo, en Bailar en la cueva, y el boricua Eduardo Cabra –Visitante, de Calle 13– produjo Todo cae.
Celebración del cuerpo
En Bailar en la cueva el foco está en bailar y en la música como una celebración física, del cuerpo: algo tan viejo como la humanidad misma. En el tema que titula el álbum, la primera línea determina el tono: La idea es eternamente nueva/ Cae la noche y nos seguimos juntando/ a bailar en la cueva
.
Grabado en Bogotá y Madrid, el disco es una celebración de la danza y la música como determinantes de la identidad humana.
“Juntarnos alrededor de un fuego a llevar un ritmo en conjunto es algo que probablemente hicimos, incluso, desde antes de tener un lenguaje estructurado. En un plano personal, es un intento por recuperar la relación entre mis canciones y el baile. Trabajamos el ritmo sobre todo con percusionistas colombianos.
Gran parte de las canciones surgió desde la base rítmica. Es un disco en el cual, casi siempre, las letras son más sintéticas, más concretas y breves que en los anteriores. En casi todas las creaciones dejé fuera la mitad de la letra y la mitad de los acordes.
La nueva producción incluye temas al ritmo de cumbia colombiana, ranchera y algo de cumbia peruana. Junto a su equipo de producción (Carles Campón y Sebastián Merlín), viajó a Bogotá para grabar la base de su nuevo álbum. En compañía de músicos colombianos, y de la mano de Mario Galeano (Frente Cumbiero) registró gran parte del disco. Después volvió a Madrid y, con su banda habitual, acabó la grabación.
En Data data canta sobre la codicia del glamur y el glamur de la codicia
, y en La Luna de Rasquí saluda al cantante y compositor venezolano Simón Díaz, quien falleció en febrero.
Artistas tan dispares como Mercedes Sosa, Shakira, Omara Portuondo, Ana Belén, Víctor Manuel, Neneh Cherry, Pablo Milanés, Ketama, Miguel Ríos, Ana Torroja, Sole Giménez, David Broza, Rosario, Jovanotti, María Rita, Simone, Zelia Duncan, Paulinho Moska, Jaime Roos, Adriana Varela o Bajofondo han grabado canciones de Jorge Drexler.
A mediados de 1989 empezó a escribir canciones y en 1992 editó su primer disco, La luz que sabe robar. Ese año tituló de médico en Uruguay.
La edición de su segundo trabajo, Radar (1994), cerró su primera etapa en Uruguay, antes de instalarse en España, donde grabó Vaivén (1996), con colaboraciones de Joaquín Sabina, Luis Eduardo Aute y Javier Álvarez.
Al otro lado del río
En 2005 recibió el Óscar a la canción por Al otro lado del río, de la película Diarios de motocicleta. Se trata del primer tema en castellano de la historia que recibe este galardón.
Luego de grabar en directo el disco Amar la trama, en 2010, protagonizó la cinta La suerte en sus manos, mejor guion en el Festival de Tribeca, y fue candidato a actor revelación en los Premios Sur de Argentina. En 2012 lanzó un app con canciones que pueden ser intervenidas por el usuario en sus tablets o smartphones.
“Con este disco –dijo– amplío mis horizontes de significación. Traigo un poco la región en la que siempre me he basado: el Río de la Plata, uruguaya-argentina-brasileña. Esto más la música colombiana y caribeña.
“En la búsqueda de la expresión ha habido un esfuerzo, una lucha permanente, lo cual se nota en la canción La noche no es una ciencia exacta. De hecho hacer canciones no es una ciencia exacta. Me gusta enfrentarme al acto de hacer canciones como si fuera la primera vez, con esa experiencia de enfrentarse a la hoja en blanco. De ese punto de arranque salen las canciones que más me gustan. Esto para no usar atajos, lugares comunes, recursos ya probados. El disco es una aproximación antropológica a la música de baile. El baile y la música que nos definen como especie. Eso es.”