Cuauhtémoc Morgan, del noticiero de Internet Colectivo Pericú, dijo que Odile entró a Baja California Sur a las 7:30 horas, no a las 10:30, como dijeron las autoridades, porque el gobierno se olvidó de avisar, y eso dificultó que la gente se preparara.

“Nadie nos avisó, ni el gobierno. La gente estaba ocupada, era domingo. Veíamos la tele, descansábamos, porque no hubo información a tiempo. En mis 47 años de vida, todos ellos en Los Cabos, nunca había pasado algo de tanta magnitud. Fue terrible… toda la población está damnificada, los 150 mil que vivimos aquí”, sostuvo.

Considera que Los Cabos necesita reconstrucción total, ya que alrededor de 90 por ciento de los postes se cayeron, no hay agua ni otros servicios, y todos los centros comerciales, pequeños y grandes, fueron saqueados. Morgan, que dirige este colectivo informativo desde 2009 junto con su esposa, señaló que en medio de la desesperación muchas personas quieren salir a Tijuana, Culiacán o a la ciudad de México, por la falta de agua y víveres.

Estamos angustiados, tristes, desesperados, y la ayuda debe llegar rápido, destinarla a los albergues y para las cerca de 10 mil familias que lo perdieron todo, que vivían en casas de cartón o madera, comentó.

En colonias ubicadas en la periferia de la capital, como La Pasión, medio millar de casas endebles fueron barridas por el agua y el viento; en otras zonas populares, como Villas de Guadalupe, Márquez de León y Vista Hermosa tuvieron afectación en más de 60 por ciento de las viviendas.

Ante la falta de agua y los daños en hospitales, agregó, las autoridades federales, junto con las estatales, deben instalar un cerco sanitario, dar prioridad al funcionamiento, a las medicinas y al personal de salud, porque la población está en riesgo ante brotes de enfermedades grastrointestinales y de otro tipo.