María Echaveste es defensora de la reforma migratoria
El nombramiento depende del visto bueno del Senado estadunidense
Viernes 19 de septiembre de 2014, p. 20
El presidente Barack Obama anunció hoy su intención de nombrar a María Echaveste, hija de inmigrantes mexicanos, nueva embajadora de Estados Unidos en México.
Si el Senado da luz verde a su propuesta, Echaveste sustituiría en el cargo al actual embajador, Anthony Wayne.
Nacida en Texas, Echaveste conoce bien México, país que ha visitado con frecuencia desde que tenía 12 años.
Su origen mexicano, su experiencia en altos cargos de la Casa Blanca durante la administración de Bill Clinton, su trabajo en el exterior como representante especial en Bolivia y su defensa de la reforma migratoria han hecho que Obama considere que es la persona más indicada para representar a Estados Unidos en el país vecino.
También está muy vinculada a Hillary Clinton, ex secretaria de Estado y esposa del ex presidente Bill Clinton.
Aunque Echaveste ha estado implicada activamente en el esfuerzo por aprobar la reforma migratoria, comprende que la relación entre Estados Unidos y México va más allá de los asuntos migratorios, incluyendo alianzas comerciales claves
, señaló un funcionario de la Casa Blanca que pidió el anonimato.
Su relación con México va más allá de su vínculo personal con la nación de origen de sus padres. Durante su carrera ha trabajado en mejorar las relaciones bilaterales como miembro de la junta de directores de la Fundación Estados Unidos-México y de la junta de asesores del Instituto de México en el Centro Woodrow Wilson.
Esta texana, que estudió derecho en las universidades de Stanford y Berkeley, trabajó entre 1980 y 1992 de abogada en litigios corporativos.
Actualmente, Echaveste se desempeña como consejera de NVG, consultora en asuntos de inmigración, salud, telecomunicaciones, finanzas y asuntos laborales, que ella cofundó en 2001. Asimismo, es profesora del Instituto Earl Warren de Derecho y Política Social de la Universidad de California en Berkeley.
La designación de Echaveste como embajadora depende del visto bueno del Senado.
La aprobación de diplomáticos, que la mayoría de veces debería ser un mero trámite administrativo, en los últimos meses se ha convertido en un quebradero de cabeza para la administración Obama, que ha visto cómo los republicanos han bloqueado muchas de las propuestas, lo que ha provocado una larga lista de espera.
A consecuencia de ello, muchos embajadores llevan meses aguardando a que el Senado les dé el visto bueno para poder trasladarse a sus destinos.