Las autoridades tradicionales de la tribu aqui y representantes de organizaciones civiles consideraron indignante que aun cuando no hay pruebas contra el vocero de esa comunidad originaria de Sonora, Mario Luna Romero –acusado de privación ilegal de la libertad y robo de vehículo–, el juez tercero penal en Hermosillo, Sonora, haya dictado auto de formal prisión.

En tanto, diputados del PRD y autoridades de la tribu yaqui señalaron que la detención de Luna Romero, el pasado 11 de septiembre, constituye un montaje para criminalizar la protesta contra el acueducto Independencia, que es un proyecto personal del gobernador Guillermo Padrés Elías.

En conferencia de prensa con organizaciones civiles, Tomás Rojo, también vocero yaqui y quien enfrenta una orden de aprehensión por los mismos delitos, subrayó que no hay elementos jurídicos para sostener la culpabilidad de su compañero, pues ninguno de los dos se encontraba en el lugar de los hechos de que son acusados, por lo que demandó la libertad de Luna.

La detención, agregó, se da en el contexto de la lucha que por la vía legal y de la protesta ha mantenido este pueblo contra la construcción y operación del acueducto, que extrae agua de la cuenca del río Yaqui, pues asegura que impactará de manera negativa el ambiente y su desarrollo como comunidad. Incluso, los opositores han obtenido varias resoluciones judiciales en su favor.

Recordó que las acciones que se les imputan se remontan a junio de 2013, cuando mediante las leyes tradicionales de usos y costumbres –garantizadas en la Constitución y en los tratados internacionales– se castigó al yaqui Francisco Delgado, quien está vinculado con el gobierno de Guillermo Padrés Elías, pues lanzó su vehículo a gran velocidad contra algunas personas que participaban en una manifestación.

Pese a que el pasado 15 de septiembre, durante la audiencia para presentar pruebas de descargo en favor de Luna, las autoridades tradicionales del pueblo yaqui asumieron la responsabilidad de esos hechos y reconocieron haber sido ellos los que ordenaron la retención de Delgado, que incluyó un castigo simbólico, el juzgador dictó el auto de formal prisión.

Se entregó también el acta que acredita la detención (de Delgado) y que fue ratificada por las mismas autoridades tradicionales; de manera adicional se presentó un dictamen antropológico que explica los usos y costumbres de la tribu yaqui, la forma como ejercen sus leyes tradicionales, comprobando así que no se está hablando de un secuestro, sino de un proceso común de justicia comunitaria, aseveró.

Sostuvo que el juez Manuel Octavio Palafox, quien dictó el auto de formal prisión, no analizó debidamente las pruebas ni las vinculó para determinar la probable responsabilidad del vocero yaqui e incluso admitió que existen elementos que hacen dudar de la presencia de Luna Romero en el lugar de los hechos o de que ordenara la detención de Francisco Delgado Romo.