Los militares dispararon primero y tras la rendición los fusilaron, asegura testigo
Viernes 19 de septiembre de 2014, p. 30
Una persona que supuestamente fue testigo de la muerte en junio por el Ejército mexicano de 22 personas, identificadas oficialmente como delincuentes, aseguró a la revista Esquire que 21 de ellas fueron ejecutadas cuando ya se habían rendido y no murieron durante un enfrentamiento, como sostienen las autoridades.
Los paraban en hilera y los mataban
, relató Julia, el nombre ficticio que se da a la testigo en una entrevista publicada en el sitio electrónico de la edición para Latinoamérica de la revista estadunidense Esquire.
Interrogada por la Afp, la fiscalía mexicana señaló que la investigación sobre este caso sigue abierta, pero que hasta ahora
no han encontrado evidencias de que se tratara de ejecuciones extrajudiciales.
En breve comunicado, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó el 30 de junio que durante un patrullaje nocturno por el pueblo de Tlatlaya, estado de México, soldados fueron agredidos desde una bodega y que en el tiroteo hubo 22 presuntos agresores muertos (21 hombres y una mujer)
y un militar herido. Según la Sedena, las autoridades encontraron en el lugar a tres mujeres que manifestaron estar secuestradas
y 25 armas largas en manos del grupo que, de acuerdo con medios locales, pertenecía al cártel La Familia y resguardaba un laboratorio de drogas sintética.
Esquire asegura que Julia es una de esas tres mujeres y que niega haber estado secuestrada por ese grupo, aunque no revela los motivos que la llevaron a estar en el lugar. Julia sostiene que los militares dispararon primero y que en el tiroteo hubo únicamente un muerto, mientras que los otros 21 en realidad se rindieron y, después de ser interrogados, fueron ejecutados.