Cultura
Ver día anteriorLunes 22 de septiembre de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

El fin de semana pasado se realizó un encuentro intercultural en la capital del estado

Don Alfonso, al rescate de la tradición maromera en la Mixteca de Oaxaca

Versos, música, cuerda floja y trapecio integran el espectáculo que monta desde hace 33 años con su familia

La tradición está desapareciendo: en San Miguel sólo hay ocho que siguen este arte

Foto
Apoyado por su esposa e hijos, don Alfonso (en la imagen) lleva más de 30 años dedicado a la maromaFoto Jorge A. Pérez Alfonso
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 22 de septiembre de 2014, p. a12

Oaxca, Oax., 21 de septiembre.

Entre sketches, maromas, actos de equilibrismo y buena música se realizó este fin de semana la Maroma intercultural en el Centro San Pablo de la ciudad de Oaxaca, donde maromeros tradicionales provenientes del municipio de San Miguel Amatitlán se presentaron por primera ocasión en la capital del estado, en lo que es un intento por rescatar la maroma, arte tradicional que viene de generación en generación en diversos pueblos de la región de la mixteca.

El espectáculo comenzó con la presentación de Pasatono Orquesta y la aparición central de don Alfonso, quien vestía un atuendo rojo con puntos blancos, un gorro rojo y la cara blanca. Dio la bienvenida a los presentes y comenzó a recitar unos versos, entonó una canción en la que con juegos de palabras habló de la mujer, refiriéndose a ella como flor o fruto, las risas no pararon durante la presentación queduó más de una hora.

Apoyado por su esposa e hijos, don Alfonso, de 56 años, quien lleva más de 30 dedicado a esta labor, presentó diversos sketches en los que imperó el humor sano: adultos y niños presentes soltaban carcajadas mientras los personajes jugueteaban. El momento del asombro llegó con una trapecista francesa que subió a la cuerda floja posada a metro y medio de altura con sólo una sombrilla.

Más tarde, como parte final del acto, Alfonso Jiménez Fernández, maromero por tradición familiar, se subió en un trapecio y comenzó a columpiarse hasta alcanzar una altura de casi tres metros. Aunque la exhibición no pudo realizarse al ciento por ciento, debido el reducido espacio en el que se encontraban, don Alfonso realizó rápidos movimientos y por momentos colgó de las piernas, sorprendiendo a los presentes.

Jiménez Fernández relató que lleva 33 años trabajando de maromero, actividad que considera sagrada, sobre todo en estos tiempos en los que “la maroma está desapareciendo: en San Miguel sólo hay ocho personas que se dedican a este arte, porque en la actualidad ha quedado en el desuso; por eso él, su esposa e hijos luchan por preservarla.

Nosotros siempre respetamos a nuestro público, ya que no usan groserías, albures o demás situaciones que hoy día se ven en los grandes espectáculos o en la televisión. Nos debemos a nuestro público, por tanto lo respetamos y lo hacemos reír sanamente.

Don Alfonso es un hombre del campo que se dedica a la siembra de maíz de temporal, misma que alterna con sus presentaciones, que ya llevó a Puebla y Guerrero. Nunca hemos llegado a las capitales, siempre han sido pueblitos cercanos, pero vamos avanzando, falta poco, aseveró. Como muestra, esta presentación con la que por primera ocasión visitan Oaxaca.

Asimismo, Rubén Luengas director de Pasatono Orquesta, se dijo feliz de poder colaborar con este espectáculo, el cual se volvió intercultural en esta presentación. Trabaja, dijo, para el rescate de esta tradición de antaño, ya que Pasatono “siempre busca la innovación mediante las tradiciones; en este caso se trata de hacerla visible, para que los jóvenes que gustan del malabarismo y demás disciplinas participen y se logre el rescate de la traidición.