Impedir que suban a La Bestia no cerrará la frontera sur, dice José Mariano Castillo
La ley que regularizaría la estancia de centroamericanos en EU no va a pasar
, señala
Lunes 22 de septiembre de 2014, p. 13
La red criminal que traslada migrantes de América Central hacia Estados Unidos “está mejor organizada que la mejor agencia de viajes. Saben cómo operar. Mucha gente cree que al impedir que los migrantes suban a La Bestia, México va a cerrar su frontera sur, pero ya tenemos la experiencia de que el muro que construyó Estados Unidos no sirve para nada. La migración es como las olas del mar, nunca se va a acabar”, advierte el embajador de Honduras en México, José Mariano Castillo Mercado.
Abogado por la Universidad de California en Los Ángeles y con más de 40 años de litigar en Estados Unidos, el diplomático hondureño sostiene que la ley migratoria que regularizaría la estancia de millones de centroamericanos en Estados Unidos no va a pasar. Los republicanos dicen que no, los demócratas están impotentes, el presidente Barack Obama, que prometió esta ley en su primer periodo no lo hizo, aunque el voto de los latinoamericanos lo llevó a la presidencia, y si llega a imponer una orden ejecutiva, duraría sólo el tiempo que le reste de mandato, esa es la realidad
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Con tasas de desempleo de más de 20 por ciento, creciente presencia de los cárteles mexicanos del narcotráfico en su territorio, permanente violencia derivada del trasiego de droga hacia el norte del continente y el arribo de miles de delincuentes expulsados de Los Ángeles conocidos como mareros, conviene en entrevista con La Jornada que si bien ha mermado la migración hondureña, es una situación que en poco tiempo retomará su curso habitual.
“El tsunami que representó la llegada de miles de menores no acompañados a Estados Unidos nos sorprendió a todos. Los centroamericanos hemos sido víctimas de la falsa propaganda de polleros que asegura que todo migrante que llegue a Estados Unidos será beneficiado por la ley migratoria. Eso es una gran mentira. En Honduras iniciamos una campaña para informar que los 5 mil o 10 mil dólares que pagan para que lleven a un menor a Estados Unidos lo van a perder, que el niño estará sujeto a todo tipo de violencia e inseguridad, incluso la muerte, y eso ha ayudado un poco”, comenta.
Pero lo que más efecto ha tenido en la población, dice, son los cuerpos repatriados de los hondureños asesinados en las masacres de San Fernando, Tamaulipas –72 asesinados, 13 de ellos hondureños– y Cadereyta, Nuevo León –42 asesinados, hasta este momento 10 son hondureños.
Esto fue horrible, porque descuartizaron los cuerpos. Hace un mes yo envié a Honduras 11 cuerpos, una mujer de 32 años identificada de los asesinados en San Fernando y 10 de Cadereyta. De estos 10 repatriamos pedazos de cuerpo, porque los descuartizaron. Eso ha enfriado la migración, esto tuvo más efecto que la propaganda oficial.
Comenta que la corrupción en Honduras, derivada de los millones de dólares y armas que llegan desde Estados Unidos por el narcotráfico, los ha llevado a imponer medidas extraordinarias.
Hasta hace poco teníamos más avionetas con licencias de Venezuela llenas de droga que aviones comerciales. ¿Cómo parar eso?
A esto se suma el hecho de los sumergibles con cocaína; “a medida en que ustedes aprietan acá a los cárteles se van para el sur, allá están todos”.