Enfrenta cargos por abuso sexual contra jóvenes en Dominicana
Primera vez que un alto funcionario católico es sometido a la justicia
Miércoles 24 de septiembre de 2014, p. 28
Ciudad del Vaticano, 23 de septiembre.
El Vaticano puso este martes en arresto domiciliario a su ex embajador en República Dominicana, luego de que se dio apertura formal a un proceso penal en su contra.
Es la primera vez que un alto funcionario del Vaticano enfrenta cargos criminales en una corte por presunto abuso sexual de jóvenes durante su estancia como embajador en el país caribeño.
Josef Wesolowski fue expulsado del sacerdocio luego de que en junio una corte lo declaró culpable de los abusos y le impuso la sanción más dura prevista por el derecho canónico para un sacerdote: dejar el sacerdocio y vivir como laico.
Este martes, un tribunal penal independiente de la ciudad-Estado del Vaticano dio apertura a un proceso penal al aceptar la celebración de una audiencia preliminar y lo puso bajo arresto domiciliario.
En un comunicado, el Vaticano dijo que Wesolowski presentó documentación médica en la que detalla problemas de salud que le impiden cumplir con una detención más restrictiva. Dentro de sus cuarteles de policía, el Vaticano tiene unas cuantas habitaciones que sirven como celdas de detención temporal.
El lugar no tiene celdas para mantener presos a largo plazo.
La Santa Sede ordenó el regreso de Wesolowski –nacido en Polonia– en agosto de 2013, después de que el arzobispo de Santo Domingo le contó al papa Francisco acerca de los rumores de que había abusado sexualmente de varios adolescentes en el país caribeño.
Los fiscales dijeron que presuntamente el ex nuncio dio dinero a los jóvenes en la nación insular para que se masturbaran.
Las autoridades dominicanas abrieron una investigación, aunque inicialmente se habían negado a presentar cargos porque el Vaticano había dicho Wesolowski gozaba de inmunidad diplomática. Fiscales polacos también le abrieron una indagatoria.
Un tribunal de Santo Domingo, sin embargo, dio los primeros pasos para presentar las acusaciones el mes pasado, después de que el Vaticano lo expulsó del sacerdocio, y dijo que había perdido su inmunidad y que podría ser procesado en cualquier lugar del mundo.
Wesolowski podría enfrentar una condena de cárcel si es declarado culpable por el tribunal penal del Vaticano, que tiene jurisdicción sobre crímenes cometidos dentro de la pequeña ciudad Estado del Vaticano.
A la fecha, si resulta culpable, no está claro dónde pagaría su condena, si en el Vaticano o en una prisión italiana.
El caso contra Wesolowski ha sido seguido de cerca por la gravedad de los cargos y por el hecho de que el Vaticano enfrentó ácidas críticas que decían que lo había protegido de la justicia dominicana al haberlo retirado del país el año pasado.
De hecho, muchos países hacen lo mismo cuando un miembro de su personal diplomático enfrenta posibles acusaciones criminales en el extranjero.
El caso también ha sido una prueba de fuego a la voluntad del Francisco de sancionar, incluso, a los funcionarios de más alto rango del Vaticano, por un crimen que la Santa Sede ha afirmado que han cometido sacerdotes y no representantes directos del Papa.
Jorge Mario Bergoglio ha dicho que ningún prelado, sea sacerdote o cardenal, tiene privilegios cuando se trata de acusaciones de abuso sexual.