Sin portar armas de fuego, policías capitalinos detuvieron en un mes a los responsables de más de 150 robos de efectivo en cajeros automáticos que llevaron a cabo mediante la instalación de trampas que evitan que el cuentahabiente recoja el dinero solicitado.

No son policías comunes. Están entrenados por instructores coreanos, españoles y estadunidenses para usar programas de computadora e inteligencia policial.

Rodeados de videos, estadísticas, fotos y audios generan de manera exacta el lugar, hora y forma en la que las bandas delincuenciales darán su próximo golpe, explicó en entrevista el subsecretario de inteligencia policial de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, Víctor Hugo Ramos.

“Hacemos un análisis por el sistema MOM, que es una forma de investigación criminal en gabinete que implica conocer el modus operandi, la oportunidad y el móvil. La información que hoy nos dan los videos no tiene precedentes. La policía ha tenido que evolucionar con estos avances tecnológicos”, aseguró el funcionario.

Ramos reconoce que la percepción de seguridad en la ciudad aún necesita mejorar, pero con el trabajo de inteligencia policial cada vez hay más confianza de las empresas, bancos y asociaciones para brindar –por medio de convenios– toda la información posible a la policía capitalina.

Ejemplo de ello fue la ubicación, este mes, de cuatro líderes de bandas de tramperos que operaban en toda la ciudad y que azotaban, particularmente, a sucursales de un banco. Tras analizar los videos, modos de operar y zonas, capturaron en flagrancia a un hombre de nacionalidad venezolana relacionado con 32 robos de este tipo en cajeros automáticos en plazas como la de Reforma 222, Parque Polanco y Santa Fe.

Asimismo, se detuvo a una pareja relacionada con 53 robos en cajeros y a un hombre de nacionalidad peruana involucrado en 62 ilícitos. Al momento de su detención se le encontró un dispositivos para retener efectivo.

Finalmente, en este operativo de inteligencia fue detenido, el 18 de septiembre, un hombre que manipulaba un cajero dentro de una tienda de conveniencia, ligado a una banda dedicada a este delito.

“Para tener éxito en materia de prevención debemos tener todos los elementos. No es graciosa casualidad que los detuvieran. La información se procesó y se llevó al grado de certeza de cómo, cuándo y dónde operaban y se desplegaron operativos para aprenderlos en flagrancia. Este delito lo tenemos ahora en cero incidencia”, asegura Víctor Hugo Ramos.

Agrega que el objetivo del jefe de la policía capitalina, Jesús Rodríguez Almeida, es que el trabajo esté sustentado en una base científica, para hacer criminología aplicada en la prevención del delito.