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La cinta mexicana Güeros, de Alonso Ruizpalacios, triunfa en la sección Horizontes Latinos

La española Magical Girl se alza con la Concha de Oro en Donostia

Me siento honradísimo, es alucinate, dijo el cineasta Carlos Vermut, quien también se llevó el galardón a mejor director

La Concha de Plata fue para el actor Javier Gutiérrez por su trabajo en La isla mínima

El premio Fipresci de la crítica lo obtuvo el drama alemán Phoenix

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El realizador Carlos Vermut (derecha), quien llevó el cine negro a lo más alto en la 62 edición de Festival de San Sebastián, posa con sus dos galardones acompañado de los productores de la películaFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 28 de septiembre de 2014, p. 7

San Sebastián, 27 de septiembre.

Se auguraba un palmarés con presencia española, pero Carlos Vermut no podía imaginar que su perturbadora Magical Girl elevaría el cine negro a lo más alto alzándose con la Concha de Oro del Festival de San Sebastián, que además lo coronó como mejor director en su 62 edición.

El jurado, presidido por el productor español Fernando Bovaira (Los otros), distinguió a este cineasta con voz propia, del mundo y para el mundo, que en su segundo largometraje tras Diamond Flash consigue un sutil cóctel de misterio y dilemas morales. Me siento honradísimo de estar aquí, es alucinante, dijo Vermut a los medios después de la gala. Muchísimas gracias por vuestra atención y vuestro amor al cine.

Magical Girl es una historia de destinos cruzados que avanza encadenando chantajes y tiene la crisis económica como telón de fondo. La protagonizan una enigmática Bárbara Lennie, Luis Bermejo y José Sacristán, y con ella suman ya 11 las Conchas de Oro que se han quedado en España. La última de ellas, y una de las más polémicas, se la llevó Isaki Lacuesta en 2011 con Los pasos dobles.

No obstante, el de Vermut no fue el único premio español de la noche: Javier Gutiérrez, que da vida a un detective de homicidios con un oscuro pasado en el aplaudido thriller La isla mínima (Alberto Rodríguez), fue distinguido con la Concha de Plata al mejor actor, aunque no llegó a recogerla porque se encontraba sobre las tablas, interpretando Macbeth, en Bilbao.

Discurso combativo

En su nombre subió al escenario del palacio Kursaal su compañero Raúl Arévalo, quien leyó el discurso más combativo de la noche: después de reconocer que le fallaban las piernas por la nómina de actores que han recibido la Concha, Gutiérrez subrayó la enorme calidad del cine español a concurso, hecho a base de un esfuerzo y trabajo titánicos a pesar del sistemático maltrato al que lo somete el gobierno de Mariano Rajoy.

Vie sauvage, el emocionante drama familiar que cerró el viernes la carrera por la Concha de Oro, se alzó con el Premio Especial del Jurado. Se lo entregó la venezolana Mariana Rondón, triunfadora en la pasada edición con Pelo malo, y destacó la capacidad de Cédric Kahn para plasmar la complejidad de esta historia basada en hechos reales sobre un padre que huye al campo con sus dos hijos cuando le niegan su custodia.

La película se inspira en una historia real y por eso quiero dedicar el premio a la verdadera familia de la película, que me han acompañado en este proyecto, dijo Kahn al recibir el premio.

Paprika Steen, mejor actriz

Muy aplaudida fue además la Concha de Plata para la actriz danesa Paprika Steen por el drama sobre la eutanasia Silent Heart, del ganador de un Óscar, Bille August, mientras que el escritor Dennis Lehane –autor entre otros de las novelas que inspiraron Mystic River o Shutter Island– se llevó el premio al mejor guión por la cinta de mafiosos The Drop.

La isla mínima, que partía entre las favoritas y recibió el primer Premio Feroz de los informadores de cine españoles, se llevó además el galardón a la mejor fotografía por la envolvente atmósfera que logra crear Álex Catalán. Y la crítica internacional entregó su premio Fipresci al drama alemán Phoenix, en el que Christian Petzold retrocede al Berlín de posguerra para ahondar en el sufrimiento de quienes sobrevivieron a los campos de concentración.

En la sección paralela Horizontes Latinos, dedicada al cine latinoamericano, el premio fue para la película mexicana Güeros, de Alonso Ruizpalacios, que también se llevó el premio de la Juventud.

La película, rodada en blanco y negro y que narra la historia de cuatro jóvenes y su periplo por la ciudad de México en busca de una antigua estrella de rock, se hizo acreedora al premio por la osadía formal de su lenguaje cinematográfico y por la interpretación de sus cuatro protagonistas, según el acta del jurado.

Gracias a todos los que hicieron esta película, a cada uno de los que se subieron a este Atlantic viejo con nosotros, dijo Ruizpalacios al recoger el premio en el escenario del centro Kursaal de San Sebastián.

El jurado del premio Horizontes también otorgó dos menciones especiales a la argentina Ciencias naturales de Matías Lucchesi y la colombiana Gente de bien de Franco Lolli.

El Festival de San Sebastián cerró el telón de una nueva edición que abrió las puertas al cine de género y en el que se vieron los primeros filmes sobre el conflicto vasco tras el alto el fuego permanente de ETA (enero de 2011): la comedia Negociador y la durísima Lasa y Zabala, sobre el secuestro, torturas y asesinato de dos jóvenes miembros de la organización independentista por los GAL (agrupación parapolicial).

Todo ello, aderezado por el glamour de las estrellas que desfilaron por su alfombra roja: desde los flamantes premios Donostia Denzel Washington y Benicio del Toro, a la sonriente pelirroja de moda en Hollywood, Jessica Chastain, sin olvidar a Ricardo Darín, Leonardo Sbaraglia, Viggo Mortensen o el fugaz Orlando Bloom.