Pretende estimular ahorro en pesos, luego del alza del dólar
Domingo 5 de octubre de 2014, p. 25
Buenos Aires, 4 de octubre.
El Banco Central de Argentina subió la tasa de interés para los depósitos a plazo fijo de pequeños ahorradores, así lo informó el viernes, en la primera medida anunciada por la entidad desde el cambio de autoridades de esta semana, en medio de las turbulencias económicas que atraviesa el país.
La medida, que entrará en vigor el próximo miércoles, busca estimular el ahorro en pesos, luego de la sostenida alza que ha registrado el dólar en el mercado informal en los últimos meses. Al continuar una tendencia de depreciación del peso, el viernes el dólar cerró en el mercado negro (conocido como blue) a 15.3 pesos por unidad.
Si bien muchos expertos esperaban que con el arribo al organismo de Alejandro Vanoli, un economista heterodoxo afín a las políticas del gobierno, las tasas bajaran o al menos se mantuvieran, la entidad decidió subirlas a un piso cercano a 23 por ciento.
Se resolvió establecer un piso a la tasa de depósitos a plazo fijo que realicen individuos en pesos cuando el importe no supere la cobertura del seguro de garantía de los depósitos. Hasta ahora esa tasa de interés era fijada libremente por los bancos
, dijo la autoridad monetaria a través de un comunicado.
La tasa mínima será una proporción de las tasas de las letras emitidas por el Banco Central (Lebac), que será de 87 por ciento para el plazo de 91 días. En la última licitación semanal, la tasa para ese plazo fue de 26.6 por ciento.
Por otra parte, el Banco Central decidió elevar el importe de cobertura de la garantía de los depósitos de 120 mil a 350 mil pesos, y la entidad dijo que evaluará si también corresponde adecuar el nivel de los créditos.
Luego de meses de tensiones con el gobierno de la presidenta Cristina Fernández, Juan Carlos Fábrega, considerado un ortodoxo por los analistas, renunció el miércoles a la presidencia del Banco Central, en momentos en que el país sufre una inflación de cerca de 40 por ciento, una de las más altas en el mundo, una persistente presión cambiaria, a raíz de la escasez de divisas, disminución de reservas internacionales y un estancamiento de la actividad económica.