Los graves incidentes que se presentaron recientemente en México, que incluyeron homicidios de personajes políticos y actos de brutalidad extrema del crimen organizado, así como ejecuciones y desapariciones, ‘‘son evidencia de que la delincuencia (...) sigue siendo el desafío más crítico para la nación’’, aseguró el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

En su análisis semanal, el organismo consideró evidente que el sistema policial ‘‘necesita una cirugía mayor’’, sobre todo en el ámbito local.

Agregó que pese a ‘‘casos aislados’’ en los que se ha visto involucrado, el Ejército ha sido y es el ‘‘baluarte del Estado mexicano’’, y agregó que tales casos, más que desacreditar a la institución y a su intervención inevitable, ‘‘deben funcionar como un reclamo para que las fuerzas del orden civil en todo el país acaben de reformarse para cumplir con sus obligaciones’’.

El CCE criticó que aunque se hayan invertido miles de millones de pesos en tecnología, capacitación, control de confianza, profesionalización y certificación, no ha habido una mejoría proporcional y al ritmo que se requiere, debido a que prevalecen fenómenos como la corrupción, la falta de protocolos y un modelo policiaco nacional laberíntico con enormes disparidades.

Ejemplificó que en algunas regiones y municipios del país, la debilidad institucional raya en lo que observadores han caracterizado como ‘‘Estado rebasado, ausente o suplantado’’, y que en algunos lugares las policías se confunden con las fuerzas de un crimen organizado el cual también ha penetrado en las estructuras políticas y de gobierno.

Según estimaciones, dijo, el crimen organizado tiene presencia operativa importante en 30 por ciento de los municipios del país y aspira a convertirse en actor político clave de los mismos, ‘‘y en muchos casos lo ha logrado’’.

En ese sentido, al inicio de los trabajos del proceso electoral concurrente de 2015, la cúpula empresarial hizo un llamado para que se diseñe e implemente un mecanismo nacional para blindar las precampañas y las campañas de la infiltración de dinero y candidatos de la delincuencia organizada.

El organismo recalcó que la percepción ciudadana de la inseguridad se mantiene en un nivel muy alto, como lo muestran los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe 2014, que se dio a conocer la semana pasada), en donde se dice que la tercera parte de los hogares mexicanos tienen integrantes que sufrieron algún tipo de delito en el último año.

No obstante, de los más de 22 millones de víctimas, 9 de cada 10 no denunciaron, cifra que ilustra la desconfianza prevaleciente con respecto a la procuración de justicia.

‘‘La causa está en el temor, como ocurre en zonas donde gran parte de las policías son, de hecho, parte de la delincuencia organizada, o bien por la ineficiencia y corrupción de autoridades y responsables, que se ha vuelto endémica en algunas regiones y municipios.’’