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Se reconoce su lucha para evitar que infantes sean explotados y en favor de la educación

Otorgan el premio Nobel de la Paz a Yousafzai y Satyarthi

Hoy fue un buen día para los niños del mundo, aseguró la canciller Angela Merkel

Barack Obama felicitó a los galardonados por combatir el abuso contra los menores

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Malala Yousafzai, de 17 años, se convirtió en la persona más joven en recibir un Premio Nobel de la Paz, compartido con el activista indio Kailash Satyarthi, de 60 años, quien fue comparado con Gandhi por sus protestas pacíficasFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de octubre de 2014, p. 23

Oslo, 10 de octubre.

La joven paquistaní Malala Yousafzai, de 17 años, se convirtió hoy en la persona más joven en recibir el Premio Nobel de la Paz, que comparte este año con el activista indio Kailash Satyarthi, de 60 años, por su lucha por los derechos de los niños. Ambos fueron premiados por su lucha para evitar que los infantes y jóvenes sean explotados y en favor del derecho de todos los niños a la educación, explicó aquí el presidente del Comité Nobel, Thorbjoern Jagland.

A pesar de su juventud, Malala Yousafzai lleva luchando años por el derecho de las niñas a la educación y ha demostrado con su ejemplo que los niños y jóvenes pueden afanarse para mejorar su situación personal, manifestó tras recalcar que, además, lo hizo en las condiciones más peligrosas.

Hace dos años, justo el 9 de octubre de 2012, Malala Yousafzai sobrevivió a un intento de asesinato: un talibán le disparó en la cabeza en represalia por su lucha por la educación de las niñas, fue trasladada en avión a Gran Bretaña, donde se sometió a una serie de cirugías para salvar su vida.

La tradición de Gandhi

Malala tenía apenas 11 años cuando comenzó a hacer campaña en favor de la educación de las menores. Los talibanes habían invadido su natal Mingora y aterrorizaban a los residentes, amenazaban con volar escuelas para mujeres y ordenaron a profesoras y estudiantes que vistieran burkas que cubrían completamente sus cuerpos.

La joven, quien dedicó su premio a todos los niños sin voz, fue el año pasado una de las candidatas al galardón, y este día se convirtió en la persona más joven en recibirlo en cualquiera de las áreas en las que se otorga. En 2013 ganó el premio de derechos humanos de la Unión Europea.

Esto no es el final, es el principio. Quiero ver a todos los niños yendo al colegio y recibiendo educación, dijo la joven desde Birmingham, en el centro de Inglaterra, donde ahora reside y donde se enteró de la noticia mientras estaba en la escuela.

Malala se declaró orgullosa de ser la más joven laureada de la historia del premio, que recibió conjuntamente con el indio Kaliash Satyarthi. Esta recompensa es para todos los niños sin voz, y que deben ser escuchados, proclamó en una rueda de prensa.

Respecto a Satyarthi, el Comité Nobel destacó que, mostrando gran valor personal y manteniendo la tradición de Gandhi, encabezó varias formas de protesta, todas pacíficas, centradas en la grave explotación de los niños para obtener beneficios financieros.

Satyarthi, quien fundó el Movimiento para la liberación de la infancia, presta auxilio a los niños y a las mujeres que viven como esclavos en las fábricas indias, donde realizan todo el día tareas pesadas y son víctimas de violencia, incluso de carácter sexual. Para el activista con este premio se prestará atención a las voces de millones de menores, voces que hasta ahora no fueron escuchadas.

Según datos oficiales, en India se ven obligados a trabajar 12.6 millones de niños, que recogen basura, pican piedras o venden fruta en los mercados. En el mundo hay un total de 168 millones de infantes que trabajan, 78 millones menos que el año 2000, apuntó el Comité Nobel. El mundo se ha acercado al objetivo de eliminar el trabajo infantil, destacó.

El Comité Nobel también resaltó la importancia de que un hindú y una musulmana, un indio y una paquistaní se unan a una lucha común por la educación y contra el extremismo.

El premio se da a conocer en un momentos de fuertes hostilidades entre India y Pakistán a lo largo de la disputada región de mayoría musulmana de Cachemira. Satyarthi invitó a Malala a unir sus manos en una nueva lucha por la paz entre India y Pakistán, potencias nucleares enfrentadas desde su fundación. Malala pidió a los primeros ministros de ambas naciones que asistan junto a ella y Satyrthi a la entrega del Nobel, el próximo 10 de diciembre en Oslo.

Toda la nación está orgullosa por este importante éxito, dijo el primer ministro indio, Narendra Modi. Kailash Satyarthi dedicó su vida a una importante cuestión para toda la humanidad, destacó.

El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, declaró que Malala sea el orgullo de Pakistán y la felicitó por convertirse en la primera paquistaní en recibir el galardón, mientras que en el pueblo natal de la joven, Mingora, la gente celebró la noticia.

Son dos grandes luchadores por los niños, afirmó el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon. Malala es una hija de las Naciones Unidas, una valiente defensora de la paz que se convirtió en maestra para el mundo sencillamente por ir a la escuela, declaró.

En un momento en que el mundo se enfrenta a muchos retos, desde la crisis del ébola a la limpieza cultural en Irak y Siria, este premio supone una luz de esperanza para el futuro, apuntó a su vez la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, felicitó a los galardonados por su lucha contra la explotación de los niños y resistir a las amenazas y las limitaciones, arriesgando su vida para salvar la vida de otros. Con este premio, el comité del Nobel destaca la urgente necesidad “de proteger los derechos y las libertades de todos los jóvenes, añadió.

Para la canciller alemana Angela Merkel hoy fue un buen día para los niños del mundo, mientras el presidente francés, François Hollande, recordó que los menores son los primeros en ser masacrados o tomados como rehenes en los conflictos.

La decisión de hoy rinde homenaje al indiscutible derecho a la educación de todos los niños, la igualdad de derechos para las mujeres y la importante campaña contra la opresión, afirmaron en Bruselas el Consejo y la Comisión Europea, entre otros que se sumaron a las felicitaciones por la concesión del Nobel a Yousafzai y Satyarthi.