En un hervidero de libros, paseantes y actividades se ha convertido la Plaza de la Constitución con motivo de la 14 Feria Internacional del Libro del Zócalo, que se realiza del 10 al 19 del presente mes.

Ayer, en la mayoría de foros las actividades comenzaron a las 11 horas, aunque en algunos desde las 10. En el José Emilio Pacheco, por ejemplo, el arranque inicial estuvo a cargo del Club Nacional de Lecturas Las Aureolas: el placer de la lectura en voz alta, mientras en el Nicanor Parra el Faro Tláhuac presentó Mil y un historias por contar, con la participación del Colectivo Yolilistlahtoli.

Uno de los foros más concurridos fue el Efraín Huerta, dada su programación, en la que predominaron grupos musicales y teatrales. Allí, el grupo La Libélula, de narración oral, con Marcela Romero, escenificó Dejen a Octavio en Paz, donde el gran títere del poeta fue manipulado por el músico y teatrero Pueblo López, hijo del finado actor Eduardo López Rojas.

Las actividades en la Carpa FIRPI se iniciaron con el Colectivo Poesía y Trayecto, integrado por cinco poetas, que tienen cuatro años de trabajar poesía en diversos soportes. Carlos Titos Barraza (estado de México, 1989), ingeniero del Instituto Politécnico Nacional y poeta, explicó que comenzaron en las calles, ya que no hay lugar donde la poesía no pueda ocurrir. La abordamos como la vida misma.

En los talleres que imparten a niños, como el que ya tiene dos años de efectuarse en La Merced, buscan que la palabra de los pequeños no pierda fuerza frente a la del adulto. Ayer, el Colectivo ofreció muestras de la poesía transdisciplinaria, es decir, sonora, visual, escénica, vinculada con la electrónica y las matemáticas.

Asistencia en cifras

Déborah Chenillo, coordinadora de Vinculación Cultural Comunitaria de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, calculó que en sus primeros dos días la feria ha tenido una asistencia de unas 67 mil personas. Para el viernes 10 contabilizaron una afluencia de entre 25 y 27 mil, mientras el sábado 11 ascendió a 40 y tantos mil asistentes.

La entrevistada indicó que después de la marcha del Sindicato Mexicano de Electricistas, varios de sus integrantes se incorporaron a las actividades de la feria. El domingo suele ser el día de la semana con mayor afluencia, ya que es de paseo de las familias y muchísima gente viene al Centro Histórico.

Chenillo también atribuyó el incremento de visitantes al aumento de foros y actividades. De 300 el año anterior, las actividades crecieron a 750 ahora. Hay mayor oferta para los visitantes. Estamos contentos porque los foros tienen público, aunque éste varía de un foro a otro, dependiendo del tipo de actividad. Agregó que las cifras históricas de la feria manejan “aproximadamente entre 800 mil y un millón de personas a lo largo de los 10 días que dura. Año con año se ha ido estabilizando esta cifra.

Están presentes en la feria desde las casas editoriales más grandes hasta las más pequeñas. Un ejemplo es la editorial Manuscrito 68, de Alfonso Martínez Zúñiga. De acuerdo con el periodista, autor e historiador, su editorial presenta los libros indispensables para comprender el pasado, actuar en el presente y prever el porvenir. ¿Quieres que tu novia te diga que sí? ¿Quieres encontrar un trabajo de jefe? ¿Quieres volverte más inteligente? ¡Lee nuestros libros!

Martínez Zúñiga, quien participó en el movimiento estudiantil de 1968, primero escribió un cuento que se convirtió en obra de teatro. Luego, un campeonato mundial de futbol lo motivó a escribir sobre este deporte, así también sucedió con el paso del cometa Halley, y ya son siete los libros de su autoría.

La Feria Internacional del Libro del Zócalo se abre de 10 a 20 horas todos los días. El sábado 18, con motivo de la venta nocturna, se extenderá el horario. Incluso, habrá un baile popular.