Una gran tienda de autoservicio, en contubernio con un productor, fue lo que en meses pasados marcó la tendencia del precio del limón, que llegó a venderse al consumidor hasta en 50 pesos, señaló Lorena Martinez, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). Ante ello, dijo, en abril se presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República.

Durante el foro Diálogos sobre el mercado agroalimentario en México, organizado por El Barzón, la funcionaria presentó ese caso como ejemplo de distorsión del mercado, luego que el líder de esa organización, Alfonso Ramírez Cuéllar, sostuvo que existe colusión en el mercado de alimentos desde las oficinas del gobierno federal.

Martínez explicó que se encontró que un gran productor de Michoacán en contubernio con una de las grandes cadenas comerciales del país, empujaba el precio hacia arriba, facturando el precio del limón al doble de lo que lo vendía. Esto se identificó con dos requerimientos de información a la empresa y al productor. La factura de la empresa era 42 pesos el kilo, se lo vendían a 22 y le entregaban el doble del producto. Si la empresa ponía el precio (al consumidor) a 40 pesos, en automático todos se iban sobre ese precio.

Es un lucro indebido y la denuncia se presentó porque se trata de una práctica comercial desleal que está tipificada como delito en el Código Penal Federal, señaló. La demanda se presentó en abril contra quien resultara responsable.

–Esa empresa es Walmart? –Se le preguntó. –¿Usted que cree? –respondió. Algunas fuentes señalan que se trata de Chedraui.

Voracidad de empresarios

En tanto, el titular de la Secretaría de Agricultura, Enrique Martínez, reconoció que hay que tomar medidas urgentes para resolver los problemas del mercado que se dan por la voracidad de los intermediarios. Aunque, precisó, el principal objetivo de la dependencia es la producción.

Indicó que los precios a la baja que se presentan en los alimentos no se reflejan en los precios al consumidor, y admitió que no se ha metido al orden a los mercados. Mencionó que está el caso del maíz, cuyo precio hace dos años estaba en alrededor de 290 dólares la toneladas, pero ahora se encuentra en 134 dólares.

Ramírez Cuéllar se refirió a que el mercado ha sido abandonado por el Estado, se dejó al garete el sector de acopio y vemos que hay leyes que no resuelven los problemas. Se especula con los precios de los alimentos básicos, en los cuales el 10 por ciento de las familias más pobres invierten el 50 por ciento de sus ingresos”. Consideró que se requiere un competidor público que funcione como un ordenador de la oferta.

A su vez, Alejandra Palacios, presidenta de la Comisión Federal de Competencia Económica, también reconoció que en el país existe un reto para generar la competencia y que esto deje beneficios sociales. Agregó que de acuerdo con análisis que se han hecho la competencia no es muy alta, la comisión velará por que haya condiciones de competencia en el sector agroalimentario.