Hoy y mañana, el Ballet de Hungría, de la ciudad de Szeced, presentará las coreografías Carmina Burana y Stabat Mater, en el Teatro 1 del Centro Cultural, luego de dar funciones en varios estados de la República Mexicana con boletaje agotado y finales con el público ovacionando de pie.

Ayer, en conferencia de prensa, Tamás Juronics, director artístico y coreógrafo, informó lo anterior y agregó que Carmina Burana, original de Carl Orff, plantea que el ser humano tiene una idea ritual de la vida, llena de una tentativa de establecimiento humanoide, de una vida sobre las ruinas de una civilización y la lucha por la supervivencia, pugnando con sus miedos, tratando de sobrevivir con todas las cosas que el destino lleva consigo.

La narración del ballet desarrolla la historia de una muchacha que se proponía vivir poco; puede sentir la verdadera felicidad por un momento, cuando el amor la hace olvidar todas las cosas malas y creer en una vida diferente, mejor. No obstante, la fortuna es voluble y cruel. Ella no se preocupa por la belleza del momento y, sobreviviendo a decepciones, alegrías y miedos, aprende que de todo se puede superar internamente.

La coreografía y el vestuario son de Zsuzsa Molnár; la iluminación, de Ferenc Stadler.

De Arbo Part

Stabat Mater, de Arbo Part, obra con la que se inicia la función, representa el momento de la Anunciación, cuando aparece el Arcángel Gabriel delante de la joven María para anunciarle que en su vientre lleva al hijo de Dios. No obstante, en todo momento tiene una visión sobre el doloroso destino de su hijo. A pesar de esto, advierte la misión santa como lo más fuerte de todo: la tarea noble de Jesús en que debe formar parte como madre. Su conciencia la ennoblece porque su destino doloroso sirve al camino de Dios, al bien y a la salvación de la humanidad. María asume conscientemente su embarazo, con todas las alegrías y penas que ello le acarrea.

Este programa, integrado por dos coreografías, es especial para México, pues Carmina Burana dura 65 minutos y el empesario pidió algo más, por lo que afortunadamente el público de aquí verá dos obras, agregó Juronics.

Juronics añadió que esta será su primera aparición artística en el Distrito Federal. “Hace ocho años hicimos una gira, pero no llegamos acá. Estamos contentos con la respuesta de la gente. Carmina Burana es una de las obras más importantes de nuestra compañía, la hemos representado 167 veces en los siete años recientes, en varios países, sobre todo en Hungría. La obra es muy conocida y hay una parte muy popular, emocionante y de gran impacto. Son poemas de Orff, pero planteamos una historia con el ballet, donde la bailarina principal, Briggita Hortobággy, desarrolla una historia de amor y destino. Presentamos algo clásico y moderno.”

Explicó que el Ballet de Hungría cultiva todas las técnicas contemporáneas de Europa y Estados Unidos. El cambio de bailarines a lo largo del tiempo no ha afectado la obra; al contrario, se han logrado nuevos movimientos, nuevas ideas.

El ballet tiene importancia hoy, en un mundo tan convulsionado, porque acerca a un mundo de emociones. “El ballet es un mundo sin palabras, emotivo. Con movimientos y con bailes se puede transmitir mucho. Cuando los niños lo ven quedan impactados e influye más en las niñas, quienes se acercan más a practicarlo. Hemos hecho obras para niños, en versiones contemporáneas, como El cascanueces. Los niños son más abiertos, más receptivos, más entusiastas. Reciben el ballet sin filtros, de manera directa. Nos ha ocurrido que al final de algunas funciones se acercan y preguntan. Quieren ser bailarines y algunos lo logran. Todo eso pasa cuando los llevan a un teatro donde lo único que ven es baile. Montamos una obra con niños, que aunque era muy triste tuvo éxito. En Monterrey dimos una función y al final de Carmina Burana se acercaron muchos niños para saludar. Fue algo muy emotivo y fue en torno de un ballet clásico moderno.”

Por su parte, Andras Pataki, director de la compañía, dijo que el grupo se estableció en 1987, como un ballet ruso. Ahora manejamos nuestras técnicas y coreografías. A la fecha han pasado más de 200 bailarines, de Hungría y extranjeros. En esta gira, la ciudad de México es el punto más importante.

En el presídium también estuvo Czár Gergely, bailarín. La cita es hoy y mañana, en el Teatro 1 del Centro Cultural( avenida Cuauhtémoc 19, esquina con avenida Chapultepec, colonia Roma). Funciones a las 19 y 21:30 horas.