Cancún, QR, 13 de octubre.

Un kilómetro lineal y más de 500 metros cuadrados de mangle han sido devastados en la zona hotelera de Cancún, en el kilómetro 3.5 del bulevar Kukulcán, a plena luz del día. Es el descaro total, se quejaron vecinos.

Desaparecieron los arbustos ubicados frente al fraccionamiento Puerto Cancún, a la altura del hotel Imperial Las Perlas y de un conjunto de residencias con vista al Caribe.

Entre septiembre y octubre, principalmente en noches de luna llena, esta zona, comunicada con los humedales, es cruce natural del cangrejo azul (especie endémica), que viene desde el sistema lagunar Nichupté a depositar sus huevos.

Una decena de obreros, quienes se negaron a revelar el nombre de la compañía para la que laboran, sólo señalaron que los trabajos para quitar las yerbas empezaron hace cuatro semanas.

Según los trabajadores, están rellenando la zona y construyen bloques de concreto de aproximadamente 1.5 metros cuadrados para cercar el terreno, donde, han escuchado, se edificará una megaplaza comercial.

Al comienzo de este año el Grupo Mira, propietario del fraccionamiento Puerto Cancún, anunció la construcción de 160 lotes unifamiliares y para finales de 2014 la edificación de una plaza comercial que tendrá 150 tiendas y restaurantes, así como 19 salas de cine, con una inversión de 160 millones de dólares, según dijo entonces Rafael Lang Uriarte, director del complejo habitacional.

Las yerbas a las que se refieren los obreros son mangle, especie protegida por la norma oficial mexicana 59 de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

En la zona hotelera y el sistema lagunar Nichupté abunda la variedad roja (Rhizophora mangle). Las cuatro especies (mangle blanco, Laguncularia racemosa; negro, Avicennia germinans, y botoncillo, Conocarpus erectus), están protegidas por la NOM-059.

Especialistas han advertido sobre los peligros de la desaparición de los manglares, pues el país se encuentra en una zona vulnerable a los huracanes.

La devastación que provocó en Cancún el huracán Wilma en 2006 se debió, según expertos, a que los manglares prácticamente han desaparecido de la zona. Se calcula que 100 mil hectáreas de este tipo de vegetación han sido arrasadas en el estado.

Algunos científicos llaman a los manglares piel del territorio nacional, por ser cuna de especies marinas. La combinación de agua dulce y de mar genera un hábitat único.

En febrero de 2007 entró en vigor la modificación a la Ley General de Vida Silvestre que protege los manglares. Anteriormente los empresarios pagaban 10 mil pesos por devastar una hectárea.

Entre 65 y 75 por ciento de la cubierta de mangle se ha perdido, de acuerdo con expertos, quienes advierten que, de mantenerse la actual tasa de deforestación, en 30 años habrán desaparecido, pues no es posible replantarlo.

La principal causa de la deforestación es el cambio de uso de suelo para construir campos de golf, hoteles, carreteras y viviendas, entre otras obras.