Producen, exponen y venden obra en ese espacio ubicado en el centro de la ciudad de México
Fuera de los circuitos convencionales es una vía alternativa para propiciar el contacto con nuevos públicos
Mediante la interacción y la inclusión sociales buscamos estrechar vínculos con los vecinos, dice Delphine Passot, coordinadora del proyecto 1Mes1Artista (1M1A)
Miércoles 15 de octubre de 2014, p. 7
Fuera de los circuitos convencionales de arte, el Café 123 –que se ubica en el centro de la ciudad de México– cumple poco más de año y medio de desarrollar una propuesta alternativa, la cual ha hecho posible que decenas de jóvenes artistas produzcan, expongan y vendan su obra, además de entrar en contacto con nuevos públicos.
Sobre todo, la intención es crear comunidad, señala Delphine Passot, una de las coordinadoras del proyecto que se desarrolla en ese espacio, titulado 1Mes 1Artista (1M1A), junto con Arnaud Zein-El-Din.
El objetivo es presentar un panorama de lo que es el arte hoy día en el país, además de empujar la economía de artistas locales y participar en el desarrollo de la zona donde se ubica el espacio, impulsando iniciativas, interacciones e inclusión social
, añade.
El proyecto nació en febrero de 2013 en la agencia Dear, que dirigen ambos arquitectos y diseñadores, con la idea de transformar, mediante el arte, la vida diaria de los vecinos de la calle Artículo 123, una zona difícil del centro capitalino, alejada de las calles peatonales o turísticas, poblada también por jóvenes en situación de calle.
Lejos de la lógica mercantil
Un viejo edificio donde se expendían periódicos es el lugar donde se instaló primero un café. Es un inmueble de dos niveles en el que, además del servicio de restaurante, se presenta cada mes una exposición, alejada de la lógica mercantil de las ferias de arte
, añade Passot.
La arquitecta francesa, quien reside en el país desde hace ocho años, reitera que “el arte de calidad no siempre se encuentra en los museos o gale-rías. Más que un lugar donde se come bien y barato, o donde se puede comprar alguna artesanía, el Café 123 se ha convertido en un espacio para difundir el arte, el cual involucra a los vecinos de alrededor.
Tenemos un buen intercambio, por ejemplo, con los voceadores de la zona, y por supuesto con los jóvenes en situación de calle, algunos de los cuales ya trabajan con nosotros.
En cuanto a los expositores, comenta que el único criterio para elegir las muestras que presentan “es que nos guste. Hemos tenido fotografía, escultura, instalación, deseamos que las personas vean siempre cosas diferentes, no queremos encasillarnos en la moda o lo que más se vende.
“En el piso de arriba existe además un espacio que proponemos al artista un mes antes para que, si así lo desea, realice ahí sus obras. Ese lugar está abierto al público para que suba y vea el proceso creativo.
Esto es para impulsar una nueva actitud frente al arte, pues la relación con el público se ha vuelto pasiva, las personas llegan a las galerías, ven las obras terminadas y no saben del trabajo previo. Por eso, en general, esta iniciativa es una ventana mediante la cual se mira el quehacer de los artistas.
La idea de contar con un restaurante, dice Delphine, es la manera de atraer a los visitantes, una vez dentro, el arte debe atraparlos
.
La memoria instalada en el cuerpo
Durante octubre se presenta la obra de Montserrat Pérez Bonfil, cuyos videos son “experimentos visuales que exploran la interacción de la luz refractada en las formas. Con múltiples objetos, principalmente traslúcidos, y elementos como agua, espuma o alcohol, que generan paisajes abstractos en movimiento.
Montserrat trata el tema de la memoria instalada en el cuerpo. Proyecta filmes de 8 milímetros de memorias familiares o desconocidas en distintas partes de su cuerpo, registrando su reacción ante dichos recuerdos
, señala la semblanza de la artista.
De 2008 a la fecha ha colaborado con artistas, músicos y colectivos en el desarrollo, producción y diseño de proyectos audiovisuales. Hoy, Montserrat Pérez Bonfil escribe una novela y un poemario.
El proyecto 1M1A inaugura una muestra cada primer domingo del mes en Café 123 (Artículo 123, número 123, entre Bucareli e Iturbide, Centro). La especialidad de la comida es asiática.