Guadalajara, Jal., 24 de octubre.

Este jueves, al cumplirse dos años de la desaparición del líder nahua del sur de Jalisco, Celedonio Monroy Prudencio, el presidente de la comisión de Asuntos Indígenas del Congreso local, Clemente Castañeda Hoeflich, manifestó que la impunidad prevalece en la entidad, donde al menos mil personas han desaparecido de 2013 a la fecha.

A dos años de su desaparición en la sierra de Manantlán (municipo de Cuautitlán de García Barragán), se vive una impunidad total y una delicada situación de vulnerabilidad para los habitantes de la región, dijo el legislador.

El 23 de octubre de 2012, un grupo armado irrumpió en la vivienda del reconocido dirigente nahua Monroy Prudencio, a quien se llevaron sin exigir algún rescate; tampoco se dieron indicios sobre su paradero.

Desde entonces, integrantes de la comunidad nahua del ejido Ayotitlán exigieron la atención de las autoridades estatales de Jalisco y Colima, así como de las comisiones de Derechos Humanos nacional y estatales, sin que hasta la fecha se tenga un avance que permita su ubicación.

Indígenas, en situación vulnerable

El legislador del partido Movimiento Ciudadano recordó que la inseguridad para los indígenas que luchan por los derechos territoriales de sus pueblos es constante; como ejemplo mencionó la aprehensión ilegal de otro dirigente nahua –Gaudencio Mancilla Roblada, también ocurrido al sur de Jalisco o el reciente caso de Fernando de la Cruz Carrillo, wixaritari del norte de Jalisco, quien estuvo desaparecido durante cinco días y fue localizado en una cárcel del municipio nayarita de Jesús María, a pesar de que un grupo armado lo privó de su libertad.

Son casi mil desapariciones que se han documentado en Jalisco desde 2013, situación que se enmarca en una espiral de atentados contra los derechos humanos de diferentes comunidades indígenas, agregó el legislador.

Castañeda Hoeflich reprochó que si bien se han impulsado acuerdos legislativos para concretar reuniones con la Fiscalía General de Jalisco, no se ha avanzado a pesar de que reiteradamente se solicitó información y atención a familiares de Celedonio Monroy y a la comunidad nahua por la grave situación de vulnerabilidad y amenaza en la que viven.

Añadió que lo más lamentable es que el cima de impunidad e indefensión de las comunidades indígenas de Jalisco forma parte de la gravísima crisis de degradación de los derechos humanos en México.

Aseguró que no podemos permitir que la indiferencia se posicione por encima de los derechos y la dignidad de las personas.

En la sierra de Manantlán se asienta la mayoría de la comunidad nahua de Jalisco, que desde hace años denuncia el saqueo forestal y minero de sus territorios, sin que hasta hoy haya responsables ni detenidos.