El líder nacional del PRI, César Camacho Quiroz, afirmó ayer en la capital de Colima que la situación en Guerrero, tras la desaparición de 43 jóvenes de Ayotzinapa, está arreglándose. Por el contrario, el rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Javier Saldaña Almazán, consideró que la entidad está en coma, mientras el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, dijo que la principal tarea del gobernador, aún por designarse, será la de aplicar un programa de reconciliación y reconstrucción del tejido social.

Camacho Quiroz visitó Colima este sábado para tomar protesta a los nuevos comités seccionales priístas, y en entrevista colectiva dijo que la decisión del gobernador de dejar el cargo contribuyó a normalizar el clima en la entidad.

Lo de Guerrero está arreglándose; ha contribuido a esto la decisión de Ángel Aguirre de separarse de la gubernatura; hago votos porque se pongan de acuerdo y lo hagan con precisión en la Cámara de Diputados (de Guerrero), diciendo que la bancada priísta en dicho Congreso se mantiene cohesionada y unida, y le dará su respaldo mediante su voto a una mujer o un varón guerrerense, que tenga los arrestos para afrontar en pocos meses un momento desafiante para el estado y para el país.

En Acapulco, el rector de la UAG, Javier Saldaña, dijo que Guerrero está en coma, y se descartó para formar parte de la terna de la que el Congreso local elegirá al próximo gobernador interino. Agregó que la UAG está dispuesta a contribuir al desarrollo de la entidad con proyectos de trabajo.

Saldaña Almazán señaló que muchos habitantes de Guerrero apenas se recuperaban de la tragedia que padecieron por las tormentas Manuel e Ingrid en septiembre de 2013, cuando ocurrieron los hechos violentos de Iguala, el pasado 26 de septiembre. Asimismo, atribuyó las muertes y desapariciones en Iguala a la falta de atención de los tres niveles de gobierno en sus deberes, y responsabilizó a los políticos de la situación de crisis que padece la entidad.

Por su parte, el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias, afirmó que la separación de Ángel Aguirre de la gubernatura debe aliviar la tensión social generada por los hechos violentos ocurridos en Iguala, y representa una esperanza para desactivar todo lo que se ha planteado de desajuste social.

Manifestó que esta crisis es una muestra de lo que puede seguir sucediendo en diversas regiones del estado, y reclama una necesidad de intervenir para que ya no se repitan. Añadió que es necesario generar y promover condiciones para que ya no haya más asesinados ni desaparecidos, y para ello se espera que el gobernador interino pueda generar un programa de atención social y de acompañamiento, de cercanía con las familias de las víctimas y de los jóvenes desaparecidos, dar atención a la misma Normal (de Ayotzinapa) y tomar acciones precisas para la reconstrucción del tejido social.