Productores que contratan espectáculos para niños descuidan la calidad y muchas veces venden funciones como originales, pero realmente ofrecen piratería, expresaron en conferencia de prensa empresarios que traen de nuevo a México el Show de Pocoyó en vivo, para prescolares, que se montará en el Teatro Metropólitan el 8 y 9 de noviembre.

En abril y mayo Pocoyó llegó al Distrito Federal, Monterrey y Guadalajara. El éxito fue resonante. Se trata de un viaje que lleva a los niños al mundo de Pocoyó, donde todo puede ocurrir. Acompañados del bebé vestido de azul y de Pato, Elly, Loula, Pulpo y Pájaro Dormilón, los asistentes disfrutarán de aventuras, jugarán a los superhéroes con Súper Pocoyó, bailarán con Elly y su muñeca, estarán en una carrera de autos y serán parte de una fiesta. Es un espectáculo musical, dinámico e interactivo que estimula los sentidos de los niños y los invita a bailar, cantar, reír y divertirse. Pocoyó, con su tema Aprende riendo, enseña a los niños valores como el respeto, el trabajo en equipo y la importancia de la amistad. Refuerza los derechos de los niños a jugar, aprender y ser felices.

Éxito en Internet

Eduardo Marqués, productor, dijo que Pocoyó es una marca bien establecida, aunque no está en televisión abierta, pero su base se halla en Internet, en YouTube, que tiene en México millones de visitas. El estudio que lo crea alimenta frecuentemente con nuevos contenidos.

Después del DF iremos a Monterrey, en la primera semana de diciembre. Debo protestar porque el mercado para los niños está lleno de obras piratas, que nos afecta a quienes sí pagamos una licencia. Nos cuesta mucho dinero traer este show. Los piratas se roban todo el mercado. Los promotores en los estados no quieren comprar un show original, con calidad, pues compran productos baratos que no pagan licencias. Esa es la realidad. Los que tenemos espectáculos con licencia estamos luchando contra eso. Si queremos llevar a Pocoyó a Querétaro nos dicen que acaba de estar Frozen pirata... ¡Es terrible! Eso nos deja congelados. Quisiéramos llegar a toda la República, pero es difícil competir con personajes que están peor que los de Chapultepec.

Es factible que tras el Metropólitan sigan en el Blanquita, pero al respecto apenas están en pláticas.

Comentó que para los prescolares hay mucha demanda de espectáculos. “Hay cosas, pero con agresión, sin algo divertido, blanco. Actualmente los niños tienen muchos estímulos a través de la televisión e Internet. Los pequeños repiten todo eso y por ello son importantes estas propuestas blancas.

Antes se procuraba extender la niñez lo más posible, pero ahora crecen muy rápido. Hay que recordar a los niños y a los adultos la esencia de ser niños, de divertirse con cosas sencillas. Para ellos un globo puede ser un gran juguete. Pocoyó es patente española y es caro, con una producción grande. Vale la pena. Lo que prevalece en muchos productos para niños es la pérdida, la ausencia de los padres, y nosotros no llegamos a eso. La familia de Pocoyó es Pato, Helly, Pulpo y otros seres. Él vive en un mundo imaginario. Es el niño de 34 años que todos queremos ser.

Lamentó que no haya espacios suficientes para montar más obras para niños, pues las salas y los teatros suelen estar ocupados. Ya estamos aquí y Pocoyó dura una hora 10 minutos, con un intermedio de 15 minutos.

A su vez, Eduardo Partida, director, expuso que el fin de esta obra es pasarla bien, saber que se tiene a los amigos a la mano para resolver cualquier problema. Pocoyó hace que los grandes se vuelvan a sentir niños con sus niños. Este personaje es representante ante Unicef para la defensa de los derechos de los niños.

Los horarios de las funciones son a las 12, 15 y 18 horas. Los boletos cuestan de 150 a 600 pesos, en taquillas del Metropólitan y en Ticketmaster, al 5325 9000.