San Francisco consigue de manera agónica el séptimo partido; logra tercer título en cinco años
Madison Bumgarner mantuvo cinco entradas sin anotación y fue el jugador más valioso
Pablo Sandoval hizo la carrera del triunfo
La derrota fue para el lanzador Jeremy Guthrie
Jueves 30 de octubre de 2014, p. a12
Kansas City, 29 de octubre.
Madison Bumgarner salió del bullpen y lanzó cinco entradas de un relevo casi perfecto, mientras Pablo Sandoval anotó un par de carreras para que Gigantes doblegara 3-2 a los Reales de Kansas City en un vibrante séptimo juego de la Serie Mundial.
Al ganar por octava vez un partido de postemporada con la soga en el cuello, San Francisco se proclamó campeón por tercera vez en cinco temporadas.
Los antecedentes remaban contra los Gigantes, con el recordatorio de que habían transcurrido más de tres décadas desde la última vez que un equipo –Piratas de Pittsburgh– se coronó ganando el séptimo juego en estadio ajeno.
En un duelo en el que ambos abridores no duraron nada en el montículo, los técnicos Bruce Bochy y Ned Yost protagonizaron un mano a mano con su bullpens.
Bochy tenía la mejor arma a su disposición, la frialdad del espigado zurdo de 25 años que se anotó su tercera victoria de este Clásico de Otoño para ser consagrado el jugador más valioso.
Como signo de exclamación de una de las actuaciones más brillantes en la historia de la postemporada, Bumgarner retiró a 14 bateadores de manera consecutiva, con apenas dos días de descanso.
Sólo se llevó un susto para sacar el último out. Luego de que el jardinero central Gregor Blanco pifió al tratar de recoger un sencillo bateado por Alex Gordon, Bumgarner forzó a Salvador Pérez a que elevara de fault al tercera base Pablo Sandoval para el out número 27 de la noche.
Sandoval, próximo agente libre
En el que quizá fue su último juego con los Gigantes, el venezolano Pablo Sandoval se fue de 3-3 y anotó dos carreras. El apodado Kun Fu Panda terminó la serie con promedio de .429 y fijó un récord con 26 hits en una misma postemporada, puede declararse agente libre en los próximos días.
Sandoval se tiró de espaldas sobre la gramilla. Bumgarner y Posey se fundieron en un abrazo en el montículo para iniciar el festejo de todo el equipo.
Tres días después de lanzar una blanqueda de cuatro hits, con 117 pitcheos para ganar el quinto juego, Bumgarner dominó con facilidad pasmosa los bates de los Reales.
Una noche antes, luego de la derrota 10-0 que niveló la serie, Bumgarner se burló de los comentarios sobre los límites de lanzamientos que imperan en la actualidad. Tiró 68 este miércoles, para dejar en un ínfimo 0.25 su efectividad de por vida en el clásico, lo cual es un récord.
Los Gigantes salieron campeones en 2010 al vencer en cinco juegos a Texas, conquistando su primer título desde 1954 en Nueva York. Dos años después barrieron a los Tigres para el siguiente título.
Con un patrón de crecerse en los años pares, los Gigantes se convirtieron en el segundo equipo de la Liga Nacional que gana tres títulos en un lapso de cinco años, igualando a Cardenales de San Luis de 1942-46.
El duelo cerrado empezó desde la primera entrada con el lanzador de Kansas Jeremy Guthrie, quien despachó de inmediato a los bateadores de Gigantes.
En el turno al bateo de los Reales, el veterano Tim Hudson salió limpio después de que dio pasaporte a Norichika Aoki a primera base, pero no pudo avanzar por el buen trabajo defensivo que frenó también a Lorenzo Caín.
En el segundo episodio la persecución fue delirante. Gigantes llenó bases sin out, luego de que Pablo Sandoval fue golpeado en el primer turno al bat y de que Pence y Belt conectaran hits.
Michael Morse produjo un elevado que empujó la primera carrera de la noche con Sandoval y que aumentó con el elevado al jardín central de Brandon Crawford, para que Pence anotara el 2-0.
En su turno en ese segundo rollo, Kansas respondió al lanzador Tim Hudson, con dos carreras que igualaron este duelo candente. Con la pizarra empatada la tensión del partido empezó a subir a niveles que descompuso el semblante de los aficionados que se reunieron en el estadio Kauffman de Kansas City.
En el primer turno de esta segunda entrada Billy Butler pegó un sencillo y anotó impulsado por Alex Gordon. Y Omar Infante conectó un elevado de sacrificio al jardín central para que Gordon hiciera su anotación.
Después de aceptar el tercer hit de la entrada, el veterano Hudson fue relevado por Jeremy Affeldt, quien con dos hombres embasados evitó más anotaciones.
En el cuarto rollo, Gigantes mostró carácter y luego de que el serpentinero Guthrie aceptara un par de hits y con dos hombres embasados fue relevado por Kelvin Herrera en la lomita. Morse conectó otro hit e impulsó su segunda carrera del partido, otra vez anotada por Kung Fu Panda para adelantarse otra vez a los de Kansas.
Fue entonces cuando Madison Bumgarner relevó a Jeremy Affeldt en el montículo en el quinto rollo y el juego subió de intensidad con el lanzador que el domingo trabajó los nueve episodios y salió en blanco. El serpentinero de San Francisco sólo aceptó un hit pero mantuvo la ventaja.
A partir de ese momento sólo volvió a recibir otro en la última, que fue digna de un séptimo juego de la Serie Mundial.
Bumgarner tuvo el coraje para soportar la presión de estar a un out de conquistar el título, con un hombre en tercera y a un strike del final. Lo hizo y se consagró esta noche.